A las seis y media de la tarde, la organización del Surfing the Lérez colgaba en la red social Twitter un aviso recomendando no acercarse en coche a la Illa das Esculturas, "porque non hai onde aparcar. Pasádeo!". La sexta edición del festival se encontraba en su ecuador y contaba ya con numeroso público, lo que dificultaba el acceso a las inmediaciones en vehículo. Era el momento en el que estaba tocando el grupo pontevedrés Querido Extraño, la novena agrupación que se subía a un escenario en el parque en lo que iba de día. Todavía quedaban por tocar cuatro más.

"Estamos muy contentos, porque al final el tiempo ha sido bueno y, con él, la respuesta de la gente", aseguraba Marcos Rivas, organizador del Surfing.

El cartel de este año contó con conocidas agrupaciones de música pop y rock, como Terbutalina, Novedades Carminha, Atención Tsunami, Familia Caamagno, Eladio y los Seres Queridos, Dixie Town, Thee Blind Crows, Igloo, Agoraphobia, The Phantom Dragsters, Jhonander y Antifrágil.

Pero no solo la música protagonizó el festival, que ya se caracteriza por ser una especie de romería familiar, tal y como la ha concebido la organización, de modo que también se reservó un espacio para los más pequeños, con un escenario propio, una biblioteca y una zona de juegos populares. Las escenas de grupos de familias haciendo pic-nic fueron ayer habituales a lo largo de todo el día en la Illa das Esculturas.

VER GALERÍA | Música y gastronomía en el Surfing the Lérez. // Rafa Vázquez | Música y gastronomía en el Surfing the Lérez. // Rafa Vázquez

Además, el festival volvió a contar, un año más con puestos de venta de artículos de artesanía y una zona de comida en la que compartieron espacio desde la más tradicional, como el pulpo o la empanada hasta las más innovadoras a través de "food truck", furgonetas de venta ambulante de comida.

Aunque no formó parte del programa del festival, ayer también tuvo lugar el segundo descenso del Lérez en colchoneta desde la presa de Monteporreiro y terminó en la playa fluvial. La competición provocó divertidas escenas con hinchables y simpáticos atuendos de buena parte de los participantes.

El Surfing the Lérez mueve Pontevedra a ritmo de rock.

Una de las principales diferencias del Surfing the Lérez con otros festivales que se organizan en la provincia es que la entrada es gratuita. Eso sí, los organizadores piden, a cambio, un gesto solidario con los más necesitados: la entrega de, al menos, un kilo de comida. Ayer, el estand de Redeaxuda en el festival trabajó sin descanso en la recogida de alimentos, incluso perecederos a través de una nevera portátil. Alrededor de las cinco de la tarde, los encargados del puesto cifraban ya en unos 3.000 kilos los recibidos por el público que se acercó hasta el festival entre el viernes por la tarde y ayer, su día grande.

"La respuesta de la gente es muy buena. Hay muchas personas que traen un solo kilo y otras que traen muchos más. Al final, lo importante es que todos den algo", asegura Patricia González, responsable de la Redeaxuda, que ayer estrenó la furgoneta donada por la Fundación La Caixa.

Buen tiempo

Las condiciones meteorológicas eran el principal temor de los organizadores del evento. El viernes el tiempo no fue tan benigno; aún así, los más fieles al festival se animaron a cruzar los diferentes puentes que atraviesan el Lérez para asistir a alguno de los conciertos.

El Surfing the Lérez nació el 1 de septiembre de 2011, cuando tocaron Lost Acapulco y Pedrito Diablo y los Calaveras. Pero el festival no siempre se celebró al aire libre. En los últimos años, el escenario escogido ha sido la Illa das Esculturas, que definitivamente lo ha dado a conocer entre el público de toda Galicia.

El año con peor fortuna fue 2015, cuando las lluvias obligaron a aplazar los conciertos de junio a septiembre, lo que provocó que se cayesen de cartel algunos de los grupos que iban a participar, como Wyoming y los Insolventes.

El día grande de ayer terminó en dos conocidos locales de la ciudad en los que se celebran conciertos: El Pequeño y la Sala Karma.