"Los archivos son grandes desconocidos, totalmente", explica María Jesús Fortes, "lo que pasa es que no llega una vida para conocer un archivo como el del Museo de Pontevedra". Se trata de un fondo, añade, "tan variado y tan ligado a personajes muy vinculados al Museo que siempre aporta datos nuevos que nos pemiten conocernos y documentarnos un poco más, de modo que este es un archivo un poco especial".
-¿Cómo se nutre el archivo del Museo?
-Principalmente de colecciones particulares, de archivos personales o bien de personas que hayan estado vinculadas profesionalmente al Museo o de amigos que depositan aquí y confían en la institución para custodiar sus fondos, de modo que hay archivos desde los que fueron directores, a la cabeza Sánchez Cantón, patronos y luegos benefactores y amigos. Generalmente son donaciones, hay algún depósito y después también alguna compra. Muchas veces nos encontramos con que grandes bibliotecas y archivos cuando muere el creador de ese archivo desaparecen los fondos y se dispersan, porque los herederos no pueden mantenerlos etc, es una pena que se deshagan esos archivos y la política por ejemplo de Filgueira era intentar que todo eso se mantuviese unido, por eso se intentó conservar enteros archivos que se consideraban de importancia o completarlos lo más posible.
-¿Qué compras de ese tipo se produjeron?
-Por ejemplo el archivo de la casa de Soutomaior. Fernández López, un benefactor que construyó una de las sedes del Museo, donó unos documentos de la casa de Soutomaior y después hubo otro donante que fue Rodríguez Figueiredo pero quedaba un gran lote de documentación de la casa que estaba en el Museo Solla de Arcade, así que cuando esa documentación salió a la venta en una casa de subastas en Madrid la Diputación la adquirió para poder completar lo que ya estaba en el archivo.
-¿Qué documentos singulares se conservan en este archivo?
-Miles, porque a veces una simple carta puede ser maravillosa y estar llena de documentación, si bien como espectaculares tenemos por ejemplo los privilegios reales, que son un documento muy solemne y vistoso, llama mucho la atención por su colorido, son muy importantes tanto por su contenido como por su formato elaboradísimo y con una caligrafía muy cuidada, son típicos de la época medieval y podían ser documentos reales o documentos arzobispales y también podían emanar de la Cancillería papal, pero lo curioso de esto son el crismón al principio, el sello con la leyenda del rey y después el sello colgante, de plomo, si bien hay documentos en los que el sello podía ser de oro, de plata, de distintos materiales.
-¿Es el privilegio del Coto de Dozón de este tipo?
-No, este tipo de documento de gran formato fue muy habitual en el Medievo, después con los Reyes Católicos desapareció esta tipología, lo que sucede es que por tradición se siguió manteniendo, un poco por eso de vamos a reivindicar las concesiones históricas, y efectivamente también en la visita podrá verse el del privilegio de Dozón, que también está aquí y es una variante, se escriben en pergamino y siguen manteniendo el sello de plomo con la representación del monarca.
-¿Qué pueden ver los visitantes que participan en la jornada de puertas abiertas?
-Además de los privilegios reales, otros como las radiografías de Cobián Areal y las primeras fotos que se hicieron de la primera consulta de rayos X que hubo en Pontevedra, ya que Cobián Areal fue el que abrió el Instituto Antirábico en Pontevedra, el primero en Galicia que hubo. También estableció un gabinete de rayos X y se mostrarán las primeras fotografías de Rayos X que se hicieron.
-¿Le resultó difícil hacer una selección de las piezas a exhibir?
-Mucho, es muy difícil, por ejemplo se podrá ver un disco de un Ariston, que era un aparato de sonido que se ponía el disco de cartón perforado encima y ese aparato generaba una corriente de aire que al salir por los agujeros del disco producía música, por explicarlo de un modo muy básico. También tenemos manuscritos, como el diario de 1921 de Castelao o las obras del Padre Sarmiento, tomos en los que podrá verse su letra original, y después se conservan muchas obras copiadas
-¿Es difícil ver estos documentos?
-Hay que tomar unas medidas especiales para protegerlos, como ponerse guantes o utilizar lápiz, pero de todas formas como ya se han digitalizado y están colgando las digitalizaciones aquí en la sala de investigadores lo que se puede hacer es acceder a las imágenes y se puede consultar el documento sin tener acceso a el físicamente.
-¿Con la digitalización estamos salvando millones de documentos?
-Si, sin duda, es muy importante, la digitalización es una oportunidad muy buena de difusión y también de comodidad a la hora de consultar. También hay que tener en cuenta que son muchos documentos y que la digitalización hay que hacerla con mucho sentido.
-¿Nos esperan todavía muchas sorpresas de este archivo?
-Muchas, nos esperan muchas más sorpresas de este archivo, yo cada día me sorprendo un poco más, me encanta además. Y los que se ven en la jornada de puertas abiertas son documentos más especiales, una representación importante, pero hay otros muchos menos conocidos y también sorprenderán; yo por ejemplo soy una apasionada de la correspondencia, que ahora ha desaparecido, y la correspondencia escrita es todo un mundo, una fuente de información maravillosa que nos brinda muchos datos.
