A menos de un mes de celebrarse un nuevo cónclave de la ría entre las diferentes administraciones y las cofradías, siguen sin producirse avances en la búsqueda de una ubicación para la depuradora de Poio. El alcalde, Luciano Sobral, admitía que veía "complicado" conseguir el consenso para lograr una alternativa al menos para presentar en esta nueva reunión convocada para el 1 de julio.

De este modo el regidor reconocía las dificultades en la tarea de cumplir uno de los objetivos fijados en la macrorreunión celebrada el pasado 10 de mayo a la que asistió junto con los alcaldes de Pontevedra y Marín, Miguel Anxo Fernández Lores y María Ramallo respectivamente, las conselleiras de Medio Ambiente y do Mar, Beatriz Mato y Rosa Quintana, además de los patrones mayores de las cofradías de Raxó, San Telmo y Lourizán para abordar la situación de la contaminación de la ría.

El propio Sobral había avanzado a la salida de la reunión del día 10 que en los siete días siguientes se iba a producir el encuentro con los técnicos de Augas. Esta semana, recordaba que a pesar de insistir en varias ocasiones, desde la administración autonómica no han dado todavía una fecha para celebrar el encuentro.

Sobral mostraba su preocupación ante esta situación, pues de esta reunión depende la propuesta del Concello. El alcalde aclaró que "no tiene sentido que presentemos una propuesta si no sabemos las posibilidades técnicas del emplazamiento y si se cumplirían las condiciones requeridas para instalar la depuradora", recordando que en este tiempo ya se habló de siete posibles ubicaciones, sin que ninguna de ellas fuera adelante. Después de defender Pampaído como principal alternativa, asume que la Edar deberá estar finalmente dentro del municipio poiense.

"Dudo que en la primera reunión se pueda tomar una decisión pero sí se debería realizar la reunión con los técnicos de Augas cuanto antes, porque es un tema importante como para consensuar las posibles soluciones", afirmó Sobral.