Las oficinas del Instituto Galego da Vivenda e Solo, IGVS, de la calle Alcalde Hevia registraron ayer un movimiento poco habitual. Los 16 propietarios de pisos de promoción pública de Valdecorvos asistían ante notario, y citados por la Xunta, para recibir, por fin, las llaves de sus viviendas. Con la entrega se ponía fin a más de cinco meses de espera, la diferencia de tiempo que transcurrió desde que los adjudicatarios de este tipo de pisos en alquiler se pudieron mudar a sus nuevos hogares, desde el pasado 16 de diciembre.

Una cuestión de papeleo retrasó la entrega a los propietarios, tal y como aseguró el pasado lunes en Pontevedra la conselleira de Vivenda, Ethel Vázquez, que explicó que desde el Registro de la Propiedad se les había solicitado cierta documentación adicional, lo que había provocado la demora, que mantenía a los propietarios en vilo y con cierto enfado, ya que entretanto tenían que seguir asumiendo el alquiler en otros pisos y casas.

Los precios van desde los 45.000 euros de los de una habitación y algo menos de 60 metros cuadrados hasta los de 60.000 euros de tres habitaciones y 90 metros cuadrados. En el término medio, los de dos habitaciones y 70 metros cuadrados, con un precio final de unos 50.000 euros. Las cantidades varían dependiendo de las condiciones personas y familiares.

La pontevedresa Amanda Rodríguez, de 33 años, sonreía ayer tras recibir las llaves de su piso en propiedad. Acudió a las oficinas acompañada por su pareja. Ahora, podrá irse a vivir a una vivienda de una habitación de algo menos de 60 metros cuadrados por la que pagará alrededor de 125 euros al mes de hipoteca más la comunidad, 56 euros en su caso.

"Estoy muy contenta porque llevaba inscrita en el registro en 2007 gracias a un amigo que me avisó de que podía hacerlo, ya había perdido un poco la esperanza de recibirlo, así que el día que supe que me había adjudicado uno...", recuerda.

Ella, al igual que los 15 propietarios restantes, siguió pagando el alquiler del piso en el que vivía mientras no recibía la nueva vivienda. "Cuando fue el sorteo, avisé a la inmobiliaria de que me iba, y ya ves, ha pasado mucho tiempo desde entonces, y eso que en octubre ya adelanté el IVA, 1.500 euros porque, supuestamente, la entrega se iba a producir en ese mes", dice.

Sin embargo, ahora solo piensa en mudarse, algo que hará encantada "porque además me gusta mucho el barrio, ya que actualmente vivo muy cerca de allí".

Un bebé para estrenarlo

De dos habitaciones es el piso que les ha sido entregado a la familia formada por Patricia Muras, José Peña y el pequeño Enac, de 17 días. Son casi 70 metros cuadrados en los que ya pueden entrar a vivir.

En este caso, fue la mujer quien solicitó la vivienda en el año 2012. "En septiembre de 2014 me comunicaron que era adjudicataria, por aquel entonces no sabíamos que íbamos a ser padres", asegura.

La pareja, que había vivido fuera de Galicia hasta hace poco, estuvo residiendo con los padres de ella mientras aguardaba por la entrega del piso. "Habíamos incluso barajado la posibilidad de comprar uno de mercado libre, pero la diferencia era mucha, así que seguimos esperando. Esto, para nosotros, ha sido la alegría del año", afirman con su bebé en brazos y las llaves y la carpeta con la documentación relativa a su nuevo hogar.

Una familia de cuatro

Dina Porral y Rafael Costa ya pueden ir a vivir a su piso de tres habitaciones con sus dos hijos de 16 y 25 años. Para la familia el traslado será de tan solo unos metros respecto a su vivienda desde hace 30 años. "Tenemos mucho cariño a esa zona, porque es en la que hemos vivido siempre. Toda una vida".

En su caso, el cambio económico también será importante, ya que pasarán de pagar casi 300 euros de su actual alquiler a 200 de la hipoteca de su vivienda en propiedad. "Somos unos afortunados porque nos inscribimos en la última semana de plazo", dicen a la salida del IGVS.