El gobierno de Ponte Caldelas hizo balance de su primer año de gobierno sobre destacando "la mejora en la salud democrática de la gestión diaria del Concello", y mostrando su crítica negativa "a la falta de apoyo de la Xunt, lo que impide que se puedan atender algunas demandas vecinales urgentes".

El alcalde, Andrés Díaz, recalcó que el principal cambio está en que "ahora la puerta del despacho de la Alcaldía está abierta siempre, para los vecinos". En este sentido, apunta que recibe una media de diez visitas diarias, y que a lo largo del año, atendió cerca de 2.000 citas. Menciona, la visita a los 33 núcleos de población del municipio y subraya que el tripartito celebró asambleas vecinales abiertas para recoger las inquietudes y peticiones de la gente. En estas visita los concejales se comprometieron a que en cada uno de estos lugares se hará, cuando menos, una inversión anual "en la medida de las posibilidades y del presupuesto municipal". "

Según el alcalde, "la gente quedó muy contenta con esta forma de actuar y también fue enriquecedor para nosotros, aunque, por otra parte, nos dimos cuenta de que hay muchas cosas sin atender desde hace años".

"Creo que no queda casi ninguna familia sin pasar por el Concello", señaló Andrés Díaz, quien enmarca esta política de puertas abierta con un estilo de gobierno local tripartito marcado por el "diálogo y el entendimiento".

El funcionamiento de un equipo encabezado por el PSOE e integrado también por AVP y BNG es el otro elemento destacado por el alcalde. "Después de las elecciones negociamos un pacto, pero no llegamos a firmarlo porque nos dimos cuenta que si decidiamos todo juntos en función de los intereses de los vecinos de Ponte Caldelas, teníamos el mejor pacto posible".

Según Andrés Díaz, el pacto consistió en "un apretón de manos y en pasar mucho tiempo juntos. "Hoy digo muy orgulloso que Quique, Pili, Alfonso, José Manuel, Lito, Manolo y yo somos un grupo de buenos amigos".

Entre las mejoras pendientes en el municipio y que Andrés Díaz reclama a la Xunta destaca la obra de arreglo integral de la carretera PO-234 (Laxoso-Augasantas), que une Caldelas con Cotobade.

Tamén destacó la urgencia de la puesta en funcionamento de la Casa da Quintán, restaurada por la Xunta en 2008 para centro de día de discapacitados psíquicos y cerrada desde entonces. El gobierno caldelán quiere abrirla cuanto antes como centro social de mayores o sede de cualquier otro servicio de bienestar social..

En el balance que hace el gobierno destaca la mejora en la situación económica del Concello. Señala que encontró una deuda de 1.226.000 euros, "producto de una gestión disparatada del PP", y se marca como objetivo dejarla en 700.000 euros cuando cierre este ejercicio.

El balance más negativo de este año de gestión corresponde al apoyo de otras administraciones. La Xunta, dice el tripartido, "tan solo aprobó una inversión de 33.000 euros en Ponte Caldelas, una cantidad insignificante y más si se compara con los millones de euros que destina a municipios del entorno". Por contra, alaban la ayuda de la Diputación. "Es muy lamentable que la Xunta funcione por criterios tan puramente partidistas". "Los vecinos de Ponte Caldelas y muy especialmente los votantes del PP"se ven defraudados al comprobar que algunas das sus peticiones, como mejoras en las carreteras no van a ser atendidas", señala el regidor Andrés Díaz.