Al inicio de la crisis, en 2008, la ciudad de Pontevedra contaba con unas 8.400 actividades económicas, según el "directorio de empresas" del Instituto Galego de Estatística (IGE), una cifra que se ha reducido a apenas 7.700, un descenso provocado en buena parte por la desaparición de 300 firmas vinculadas a la construcción, que en toda la comarca fueron más de 840. En cambio, los nichos de empleo relacionados con la sanidad, los servicios sociales y la educación se han convertido en la principal alternativa empresarial en estos años y no solo en Pontevedra, sino en toda la comarca, donde se han generado desde entonces 175 actividades más, en su mayor parte centradas en la atención a la tercera edad, a la infancia y a colectivos desfavorecidos.

Así se pone de manifiesto en el balance que realiza el IGE de la última década, que revela que además de las actividades citadas, también han registrado cierto auge otras iniciativas del sector servicios, como las de información y comunicación, las artísticas y recreativas y las inmobiliarias. Resulta llamativo este último apartado, que crece ligeramente en toda la comarca, cuando precisamente la construcción es el modelo empresarial más castigado en estos años.

Según el IGE al menos 840 firmas relacionadas con esta actividad han desaparecido desde 2008, una crisis que se cebó de forma especial en Sanxenxo (un 36% menos de empresas de construcción que antes) y en la comarca del Umia (un 30% menos), si bien es un fenómeno general en todos los municipios. En Pontevedra se perdieron 300, lo que supone una caída del 23%, mientras que Poio y Marín igualan ese porcentaje con 120 firmas menos conjuntamente. También hubo pérdidas en la industria en general e incluso en la hostelería, si bien se detecta un aumento de las actividades relacionadas con el agua y el saneamiento.

Talleres y hostelería

En Sanxenxo, además de la construcción, se detectan caídas en el comercio y los talleres e incluso en la hostelería, pero en cambio crece el transporte y almacenamiento y las actividades profesionales, científicas y técnicas (abogados y arquitectos, por ejemplo). Se desmarca así de la tendencia a la baja que sí registran esos empleos en Pontevedra, Marín y Poio. En la capital, al margen de la atención a menores y mayores, solo creció el sector de empresas de agua y saneamiento, de información, de iniciativas financieras y de seguros, inmobiliarias y el apartado artístico y de entretenimiento.

La actividades educativas y sanitarias, junto a las de servicios sociales, eran menos de 800 hace una década y ahora ya se suman casi mil, lo que supone un incremento de más del 20%. Salvo Marín, donde ambos campos se mantienen estables, es un fenómeno general en todos los municipios, al aumentar en toda la comarca del Umia (al pasar de 50 a 80), en Sanxenxo (con 65 ahora, once más que hace una década) y Poio, que creció de 42 a 54 actividades de este tipo. En la capital el sector creció en más de medio centenar de firmas y ya se superan las 600.