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Fuego y playas, las características del verano · La protección del monte

El plan contra los incendios forestales declara "de alto riesgo" once municipios de la comarca

El programa de la Xunta para 2016 incluye seis puntos de vigilancia y una base aérea, en O Campiño, para la lucha contra las llamas - Solo una parroquia, en Poio, se mantiene como de "alta actividad incendiaria"

La base de helicópteros antiincendios en el polígono de O Campiño, principal ba se de las brigadas que luchan contra el fuego en la comarca. // G. Santos

Pese a que la climatología parece decir lo contrario, con una sucesión de precipitaciones que sitúa a este año entre los más lluviosos de la historia, el verano está a la vuelta de la esquina y con la llegada del mes de junio se ponen en marcha los habituales programas oficiales vinculados a la época estival, en especial los centrados en la lucha contra los incendios forestales y el de control de las aguas de baño.

Este último se activará oficialmente el próximo miércoles, 1 de junio, cuando suele abrirse la campaña turística en muchos municipios. Por su parte, la lucha contra el fuego en el monte ya cuenta con su plan específico para este año, el Pladiga 2016, un documento que establece los medios y directrices para actuar en los incendios forestales. Este plan incluye a la comarca de Pontevedra en el denominado distrito XIX Caldas-O Salnés. Son en total 26 municipios y todos ellos, salvo tres, están declarados como "Zonas de Alto Riesgo". En la comarca pontevedresa son once los concellos con ese calificativo y solo quedan excluidos los de Cuntis, Moraña y Campo Lameiro. En cambio, sí son objeto de especial atención los de Barro, Caldas, Cotobade, A Lama, Marín, Poio, Portas, Ponte Caldelas, Pontevedra, Sanxenxo y Vilaboa.

Menos parroquias

Sin embargo, pese a que este "alto riesgo" repite el reparto del pasado año, el Pladiga establece este año significativas variaciones en lo que se refiere a las parroquias. El documento detalla aquellos núcleos de Galicia donde se detecta una elevada concentración de incendios forestales. Si el pasado año eran tres estas parroquias (Xesta en A Lama, Saiar en Caldas y San Xoán en Poio), en este ocasión las dos primeras ya no están consideradas Parroquias de Alta Actividad Incendiaria. Se explica diciendo que su exclusión obedece a que "durante dos años tuvieron un número de incendios igual o inferior a la media de fuegos por parroquia en Galicia". Y tanto en Xesta como en Saiar se comprobó que tanto en 2014 como en 2015 ardieron menos de tres hectáreas.

En cambio, sí se mantiene la de San Xoán de Poio porque cumple con la condición de "tener en media anual siete incendios o más en los últimos cinco años". En concreto, se detalla que en este territorio en concreto se contabilizaron en los últimos cinco años un total de 11 fuegos, y en toda década la superficie afectada fue de 28,35 hectáreas. Esta es la única parroquia de todo el distrito XIX (que además de la comarca pontevedresa también incluye a los municipios de Bueu, Cambados, Cangas, Catoira, O Grove, A Illa, Meaño, Meis, Moaña, Valga, Vilagarcía y Vilanova) con esa categoría de especial actividad. Aún así, la comparativa con las demás parroquias gallegas con mayor presencia de incendios deja a San Xoán entre las zonas menos afectadas. Con casi setenta parroquias en este listado, solo cinco presentan menor número de incendios en cinco años y más baja superficie afectada en una década.

La provincia de Pontevedra es la que acumula el mayor porcentaje de municipios declarados de "Alto riesgo", con 14 parroquias de elevada actividad incendiaria. En cambio, es Ourense la provincia donde se produce mayor concentración de este tipo de parroquias, con más de cuarenta, el 60% de todas las de Galicia.

La influencia de la lluvia

En año 2016 se esta caracterizando por su elevada pluviosidad. Ya se rozan, en menos de cinco meses, los 1.500 litros de lluvia por metro cuadrado y solo en la jornada de ayer se rondaron los cincuenta litros. Esta climatología es, por el momento, el principal "aliado" de la lucha contra el fuego, de modo que el programa no se ha activado. Si no hay cambios, no entraría en vigor hasta julio. En todo caso, los medios ya están definidos. La comarca contará, como en años anteriores, con una base aérea para helicópteros (de un total de veinte en toda Galicia) ubicada en el polígono de O Campiño de Marcón, y seis puntos fijos de vigilancia en Caldas, Cotobade, Cuntis, Meis, Ponte Caldelas y Vilaboa. A ellos se puede añadir el del Soutomaior, ubicado en otro distrito forestal pero colindante con Pontevedra. Por su parte, también se cuenta con las habituales patrullas del Ejército para tareas de vigilancia y prevención que cada año colaboran en esta actividad y que suelen entrar en servicio a mediados de julio.

Según la Xunta el dispositivo de este año en la provincia es similar, en líneas generales, al de 2015 en lo relativo al número de efectivos. Así, estará formado por las brigadas autonómicas y municipales -un centenar repartidas en 62 concellos- los parques de Bomberos, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los nuevos Grupos Supramunicipales de Emerxencias (GES), además de los miembros del Seprona de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Autonómica. En todo caso, la activación de las brigadas será gradual en función del riesgo de incendios de cada momento, igual que los medios materiales, que pasan por aviones y helicópteros, motobombas, cisternas nodrizas y maquinaria pesada.

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