Todos los servicios sanitarios de la ciudad, desde las urgencias a la atención de agudos, de las consultas externas a las especialidades y de la atención infantil a los cuidados paliativos, se concentrarán en una única ubicación, el futuro "Gran Montecelo", con la ampliación del hospital provincial. Así lo explicó ayer el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, en su primera comparecencia en el Parlamento gallego para exponer las líneas básicas de su plan hospitalario para Pontevedra, la última ciudad en la que se aborda esta modernización.

Almuiña intervino en O Hórreo en respuesta a una pregunta del parlamentario del PP y concejal en Pontevedra, Jacobo Moreira sobre las "alternativas" que maneja para la ciudad, e insistió en que el objetivo es trasladar todos los servicios del Hospital Provincial de Benito Corbal y de la casa del Mar de Mollabao al futuro edificio de Montecelo, pero no desveló el futuro de esos dos inmuebles que quedarían vacíos, en especial el edificio situado en pleno centro urbano. Tampoco adelantó plazos ni presupuestos.

Sí apuntó Almuiña que su departamento "trabaja para dotar a Pontevedra de un gran hospital", y recordó que por ello "mantuvo abierta en este 2016 una partida presupuestaria que permita el reinicio de las actuaciones para la construcción de un nuevo centro en esta ciudad".

Actualmente, la atención hospitalaria se presta en "tres edificios alejados entre sí y entendemos que es deseable un edificio único, con los profesionales concentrados en un único edificio, y no dispersos en tres, y una única puerta de entrada de urgencias para atender a todos los pacientes", afirmó. El objetivo, explicó, es que el proyecto que finalmente se lleve adelante "sea el mejor desde el punto de vista asistencial y técnico y que cuente con un alto grado de consenso. Para eso se mantuvieron contactos con los principales agentes implicados, como profesionales, asociaciones vecinales, administraciones -concretamente el Concello de Pontevedra- y los partidos con representación en la corporación municipal", unos contactos que se desarrollaron hasta el pasado 18 de mayo.

Aunque la apuesta actual de Sanidade pasa por retomar la idea del bipartito de la Xunta de ampliar Montecelo, Vázquez Almuiña, precisó ayer en el Parlamento que para ese antiguo proyecto de ampliación hacia la ladera "se presentaron varios proyectos pero sin concretarse ninguna actuación" y además "presentaba un diseño rígido, sin posibilidades de mejora o ampliación, dificultades constructivas y limitaciones derivadas de los problemas de acceso". Asimismo, "el proyecto inicial planeado tenía graves incertidumbres acerca de la viabilidad del proceso de construcción y de los costes y presentaba la dificultad de hacer convivir durante años las obras con la funcionalidad sanitaria de un hospital en pleno funcionamiento". Es por ello que en su día se optó por la opción de Monte Carrasco, en los montes de Tomeza y Marcón, alternativa que estuvo siete años parada y ahora se descarta definitivamente pese a que el conselleiro insistió en que no se desiste de forma oficial de Monte Carrasco, una propuesta que definió cómo "un proyecto sólido que, con todo, contó con la oposición de algunos sectores de Pontevedra"

Frente a esto, la propuesta del "Gran Montecelo" consiste en una ampliación hacia el sur, en terrenos que ocupan una superficie aproximada de 46.200 metros cuadrados clasificados en el Plan General de Ordenación Urbana en su mayor parte como suelo no urbanizable común, más una franja de parcelas edificadas en la parte noroeste que pertenecen a un núcleo rural. Apuntó el conselleiro que no sería necesario ejecutar grandes viales, pero sí uno perimetral alrededor del nuevo edificio.