"Es más fácil entrar hoy en un centro diciendo que la charla es sobre el mal uso del móvil que si dices que es por alcohol", explica la técnica en prevención Patricia González. Se trata de una visión que comparten docentes y padres porque, destaca la concejala Carmen Fouces, "socialmente hemos interiorizado que los chavales salen de noche y beben, es un problema de aceptación cultural".

Incluso, los adultos renuncian a "caer en ciertas incoherencias, es un territorio que preferimos no explorar si consideramos que no hay un problema... Muchas veces los padres estamos más enganchados a los móviles que ellos pero como es algo más ajeno a nosotros nos atrevemos a señalar con el dedo".