Las fumigaciones de ayer en Las Palmeras para prevenir el ataque del picudo rojo, se han extendido estos días a otros árboles urbanos, en especial los naranjos, también muy abundantes en la ciudad. En este caso se tratan de combatir plagas como el pulgón y la cochinilla, pero también el parásito que transmite el denominado "ébola" de los cítricos. Hace menos de un mes la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, ubicada precisamente en Lourizán, emitía un aviso alertando de que "en los brotes de limonero en pleno nacimiento empiezan a observarse los huevos del insecto trioza eytreae, psila africana de los cítricos, que pueden detectarse visualmente con cierta atención". Añadía que "eliminar brotes con puestas (no en planta joven) es una buena medida para reducir la posterior incidencia de esta plaga".