Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los mariscadores de a flote piden el cese de actividad por la improductividad de la ría

Las cofradías negocian alternativas con el Instituto Social de la Marina para acogerse a unas prestaciones que no tienen aseguradas -Apuntan a los malos datos en capturas

Mariscadores de a flote faenando en la ría. // Rafa Vázquez

Las cofradías del fondo de la ría buscan alternativas para que sus mariscadores asociados, unos 600 puedan acceder a una prestación de desempleo. En especial, preocupa tanto la situación del sector de a flote, que está pendiente de las posibles alternativas que pueda ofrecer el Instituto Social de la Marina, aunque para ello requieren que la Xunta reconozca la pérdida de productividad ocasionada por la mortandad de almeja babosa por el microorganismo perkinsus, tal como sucedió con la ría de Arousa.

En total son 80 embarcaciones las que persiguen el cese temporal de actividad, lo que afectaría a unos 130 mariscadores de a flote. Según señala el patrón mayor de Raxó, Iago Tomé, la situación es tan grave que en la última apertura muchos barcos dejaron de mariscar por la falta de almejas. "En el primer día de temporada tan solo salieron 40 embarcaciones para recoger 40 kilos de almeja, es algo que no compensa y que muchos optan por no salir, porque el cambio de tipos de arte también es complicado porque hace falta experiencia e inversiones en aparejos, las redes y las nasas son caras y la situación es complicada para muchas familias", apunta Tomé.

Por el momento, las cofradías llevan dos meses esperando por una solución a contrarreloj mientras perdure el capítulo de toxina que ha mantenido cerrado durante 40 y 65 días los bancos pesqueros en lo que va de año, lo que los convierten ya en los pósitos gallegos con mayor número días clausurados de esta temporada, alcanzando ya la mitad de jornadas que no se puedo trabajar en todo el 2015.

Para compensar la falta de capturas, las embarcaciones de a flote han venido coordinándose con los de a pie para poder reunir importantes volúmenes de almeja en la lonja de Campelo. Precisamente necesitan el reconocimiento de la Xunta de que el sector perdió al menos un 30% de producción en este año y un 20% en el anterior para que los mariscadores de a flote puedan acceder a las prestaciones. Unos malos datos económicos que el patrón mayor de Raxó consideran que cumplen.

"Es cierto que los datos en lonja en 2015 son mejores que en 2014, que fue el peor año, pero no es por el aumento de la producción, es porque sube el precio porque no hay", apunta Tomé. Lo cierto es que con los pósitos de Brensa y Agullóns siendo productivos, el sector alcanzaba al año los 9 millones, por los 3 de este. "La poca almeja de japónica que queda para a flote está en Os Cantís, mientras que en la isla de Tambo todavía son pequeñas, pero, ¿qué pasa si metemos 70 barcos en una superficie de 500 metros cuadrados? No podemos esquilmar todo porque es pan para hoy y hambre para mañana", explica.

Con el actual cierre temporal de toxina todo el sector está en cese biológico, obligado por la administración, una situación que lleva a los mariscadores a poder tramitar las prestaciones. "El problema está en que cuando termine la toxina estos barcos van a tener que volver a faenar, y tal como está la ría no cubre para gastos", comenta Tomé.

Precisamente la mala situación la ría provocó que la Xunta autorizase recientemente el "Proyecto de recuperación de la producción del marisqueo" un programa específico para el sector de a flote, que contará con 128.000 euros, además del IVA, para el arado, limpieza de algas, control de depredadores, traslados de almeja, identificación de nuevas zonas y traslados de reló. Se trata de un plan a medio o largo plazo con el que se pretende mejorar la producción en los bancos marisqueros.

"También esta solución nos llega tarde", lamenta el patrón mayor de Raxó y es que se aprueba una vez pasada la época del arado, una actividad que se retrasará hasta septiembre u octubre. El programa tampoco incluye más ayudas para los mariscadores que no pueden faenar que las propias compensaciones a las embarcaciones por día del trabajo del plan realizado, unos 80 euros por jornada y embarcación.

Nuevos mariscadores

La situación de la prestación no afecta solo a los mariscadores de a flote. Desde las cofradías apuntan también a la delicada situación en la que están principalmente algunos de los nuevos trabajadores que se incorporaron a la extracción de bibalvo, que no tienen suficientes días acumulados para cobrar las prestaciones. La situación reabre el debate abierto por el sector sobre la necesidad de cambiar la ley para los autónomos del mar.

Compartir el artículo

stats