La localización de unos terrenos para la hipotética depuradora de Poio, que también atendería a parte de Sanxenxo, es motivo de conflictos y discrepancias desde hace años. La ubicación inicial de Pampaído se considera descartada al no aceptarla Sanxenxo y las propuestas posteriores han chocado con el desacuerdo técnico de la Xunta o el rechazo vecinal, como ocurrió en Samieira.

Medio Ambiente dice tener reservados alrededor de seis millones de euros para esa planta pero emplaza al Concello de Poio a decir donde se ejecutaría. La ampliación de la Edar de Placeres puede superar los 40, de los que Ence está dispuesta a aportar 15.

Mientras tanto, la calificación de las aguas en la mayor parte de los casos es "mala", según la documentación de Augas de Galicia, y no solo en Pontevedra. También reciben esa nota las masas de agua del Umia, del interior de la ría de Vigo, en la ensenada de San Simón, y de Cangas y Moaña.

En cambio, se califica de "buena" el agua de gran parte de la ría de Arousa y la del río Verdugo en Ponte Caldelas. En la comarca existen otras pequeñas plantas depuradoras, de escasa población, como en Campo Lameiro y a Lama, pero la cuenca del Lérez adolece de grandes instalaciones.