"Lo que pedíamos era disculpas públicas y lo conseguimos, y pedíamos responsabilidades políticas. Que un cargo político diga esto es denigrante, intolerable que insulte al 50% de las personas que representa", señalaba la concejala del BNG y diputada provincial de Benestar Social, Eva Villaverde, que junto con el portavoz nacionalista, Marcos Suárez, denunciaba el pasado martes la "agresión verbal con insultos machistas" por parte del entonces teniente de alcaldesa de Moraña, Jorge Caldas, a través de Facebook. "Contra la violencia machista, tolerancia cero", reivindicaba la nacionalista.

En el acto institucional de presentación de la muestra "Mulleres en Acción: Violencia Zero" en el Sexto Edificio del Museo de Pontevedra, Villaverde recordaba que en la mañana de ayer, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, le agradecía la denuncia. "En primero lugar fue por decisión del grupo municipal del BNG, no personal mía, y que, con todos los respetos que le tengo a ella, tampoco lo hicimos por apoyo personal. Lo hicimos porque es una denuncia hacia algo que va contra la dignidad de todas las mujeres, no solo de Carmela Silva y vamos a seguir luchando en contra de cualquier tipo de violencia machista".

Cuestionada acerca de que el PP esperase la dimisión de Jorge Caldas en lugar de su cese, Villaverde afirmó que este hecho "dice mucho de la responsabilidad que tiene la alcaldesa de Moraña y de los conceptos que tiene de igualdad, debería ser un cese inmediato y la posterior dimisión de él".

Así también se refirió a la responsabilidad de la alcaldesa, Luisa Piñeiro, quien presuntamente había avalado el comentario de Caldas con un "me gusta" en la publicación de Facebook. "Tiene responsabilidad y las declaraciones que hizo -que los insultos eran fruto de un 'calentón'- no ayudaron nada ni a clarificar ni a condenar lo que hizo su concejal, porque no debemos olvidar que ella le designó el área de Igualdade, que fue en las listas del Congreso y antes a las autonómicas también por el PP, no estamos hablando de cualquiera persona. Que hable de un calentón... que casualidad que fue un calentón de cinco días, hasta que el BNG hizo la denuncia", afirmó. A ese respecto señaló que "fruto de cabreos momentáneos pueden pasar cosas muy graves y eso no lo justifica. En un cabreo momentáneo se puede patalear, pero no insultar a una mujer por el simple hecho de serlo".