Ya lo habían advertido minutos después de que el BNG aprobara, a principios de mes, el presupuesto municipal de 2015 aprovechándose de la baja médica de un concejal del PP: "Se acabó el fair play". Y ayer toda la oposición lo demostró al unirse de nuevo contra el BNG para forzar que el pleno ordinario de diciembre se celebre el próximo lunes, en plena resaca electoral del 20-D. Eso sí, será una sesión sin apenas contenido porque acto seguido de lograr esta convocatoria, la oposición retiró buena parte de las propuestas que tenía anunciadas para esa sesión.
De este modo, el pleno será el lunes a las 11.00 horas, un día y hora que "perjudica notablemente a muchos funcionarios, que trabajan en la jornada electoral", según destacó el portavoz del gobierno local, Raimundo González Carballo, de ahí el interés del BNG en celebrar la sesión otro día. "Se les ofreció el martes, el miércoles o la próxima semanas (al menos seis días alternativos) pero tenía que ser el lunes, algo que exigieron todos los portavoces aunque alguno de ellos dejó entrever que ni siquiera acudiría", añadió González Carballo.
Con esta actitud, la oposición deja clara su nueva manera de actuar con el alcalde después de la "mezquina" maniobra de los presupuestos, cuando el BNG se negó a aplazar su debate pese a la ausencia de un edil del PP, lo que garantizaba al gobierno local la aprobación de las cuentas. "Todas las convocatorias serán a partir de ahora en tiempo y forma", advertía entonces el portavoz del PP, Jacobo Moreira, que ayer logró el apoyo de los demás grupos de la oposición. De hecho, González Carballo, que tildó la actitud de ayer en la junta de portavoces de "berrinche", acusó a PSOE, Marea y C´s de "hacer seguidismo del PP" y "no entender las razones para cambiar de día. En la jornada electoral el secretario del pleno está a disposición de la junta electoral hasta la madrugada y las brigadas de obras (que montan el escenario del pleno en el Principal) tienen que trabajar también el domingo para instalar y retirar las mesas electorales", indicó el edil, que añadió que otros funcionarios tampoco descansan ese día. Todo ello, al margen de que los propios concejales están buena parte de la noche en sus sedes y no es habitual celebrar plenos al día siguiente.
Aunque la potestad de convocar los plenos es del alcalde, no es posible cambiar la fecha oficial (el penúltimo lunes de cada mes) salvo que exista acuerdo en la junta de portavoces, que no fue ayer el caso. "Se cerraron en banda desde el principio y no fue posible acuerdo alguno para cambiar de día", concluyó el portavoz del gobierno local.
