Las inspecciones fiscales realizadas desde 2012, y aún en marca, para evitar el fraude en los padrones de tasas e impuestos permitirá al Concello ingresar 1,7 millones más en 2016 con respecto al ejercicio anterior, según explicó ayer Raimundo González Carballo. En el caso del saneamiento, objeto de la indignación vecinal, el aumento es de unos 100.000 euros, la cifra más baja de todas, ya que las nuevas altas en el Impuesto de Bienes Inmuebles suman cerca de 500.000 euros, y la Plusvalía, 150.000 euros. Por su parte, las inspecciones del recibo del agua llega a 159.000 euros más, mientras que en basura el aumento de la recaudación fue de 150.000 euros.

Estos conceptos suman cerca de 1.585.000 euros, pero la cifra definitiva llega a 1.679.764,83 euros, ya que se suman inspecciones habituales todos los años como las terrazas de los bares, los vados y la ocupación de la vía pública. El concejal subrayó ayer que "lo más destacable es el IAE, al suponer el 25% del incremento". Este impuesto afecta a las empresas que facturan más de un millón de euros al año y los errores se deben en la mayor parte de los casos a que no actualizan sus condiciones iniciales de inscripción. De hecho, en dos casos la tasa resultante tras la inspección fue menor de lo que pagaban.