Talentos gallegos exportados nutren e impulsan una red de investigadores españoles afincados en Australia y el Pacífico para apoyarse entre ellos, servir de puente entre las instituciones de aquel continente y las de nuestro país y contribuir a transformar el sistema de I+D en el que comenzaron sus carreras. Los investigadores Ana Vila Concejo y Xabier Vázquez Campos, ambos formados en la Universidad de Vigo y actualmente adscritos a las de Sydney y New South Wales, figuran entre los miembros fundadores de la asociación sin ánimo de lucro SRAP, con una destacada presencia de gallegos.

El colectivo nació este año y acaba de celebrar en Sydney su primer congreso internacional, que decidieron dedicar al agua y en el que la ciudad estuvo muy presente al contar con una destacada delegación. Vila y Vázquez compartieron sesiones con otros dos exalumnos vigueses, el biólogo Álvaro Roura Labiaga, que trabaja en Melbourne, y Enrique Lombardía Rodríguez, que ha terminado en Australia un máster en Ciencias del Mar.

"El objetivo de SRAP no es facilitar el retorno de nadie. Ésa es una decisión personal de cada uno. Lo que queremos es establecer una red en nuestra área del mundo para poder ayudarnos y establecer posibles colaboraciones. También pretendemos hacer de puente entre instituciones españolas y australianas y queremos tener la oportunidad de participar en el sistema científico español, ya sea como revisores, asesores, etcétera. Y a más largo plazo queremos colaborar en su remodelación", explica Vila.

Además de la escasa financiación, una de las "trabas fundamentales" del sistema es la dificultad de acceso que sufren los investigadores extranjeros. Vila reclama las mismas facilidades que disfrutan los equipos de fútbol para reforzarse fichando en el mercado internacional en lugar del "largo y burocrático" proceso de acreditación y habilitación que exigen las universidades.

"La incorporación debería ser más sencilla porque estos investigadores llevarían métodos e ideas nuevas, además de otras maneras de trabajar, que enriquecerían a los grupos españoles. Y, claro está, la experiencia también sería gratificante para ellos", asegura la científica viguesa, profesora en la Universidad de Sydney y directora de la estación de investigación de One Tree Island, en plena Gran Barrera de Coral.

Sin embargo, los actuales requisitos para "poder presentarse a una plaza, no para obtenerla", subraya Ana Vila, hacen desistir a muchos investigadores que estarían interesados en trabajar en nuestro país. "Cuando un español quiere retornar le dedica seis meses a recopilar los documentos para realizar estos trámites. Hay que justificar todo lo que está en el currículo, por ejemplo, la asistencia a congresos. Es algo que mis colegas australianos y yo nunca pedimos, por lo tanto, no lo podríamos presentar", revela sobre algunas de las absurdas exigencias que impone nuestro sistema de selección.

Otra de las misiones que se ha propuesto la SRAP, que preside el experto en salud mental Luis Salvador Carulla, es explicar a las instituciones de las Antípodas el funcionamiento de las españolas. Vila pone como ejemplo las diferencias entre los sistemas de calificación. "Aquí se espera que las notas distingan entre alumnos excelentes, buenos y peores. En España puede ocurrir que la nota máxima de un examen sea un 6 y nosotros intentaremos explicarles a las universidades australianas que ese alumno no es mediocre, sino uno de los mejores de su clase. Para hacer esto necesitamos más tiempo y sería posible llevarlo a cabo en unos años si colaboramos con universidades españolas"; plantea.

Esta asociación sin ánimo de lucro, integrada actualmente por una treintena de miembros, también promociona en aquel continente "una imagen seria, profesional y rigurosa" de España, donde "no todo es fiesta y siesta", apunta Vila.

La organización del Foro sobre el Agua en Sydney ha sido un ejemplo de esta capacidad de trabajo y organización. De hecho, otros colegas europeos afincados en Australia están interesados en replicar la estructura y funcionamiento de la SRAP. Además del embajador de España en Australia, César Espada, y del director del Instituto Cervantes en Sydney, Víctor Ugarte, el congreso internacional contó con la presencia como invitada de Josefina Maestu, directora de la Oficina de la ONU de apoyo a la Década Internacional de Acción "El agua fuente de vida, 2005-2015". Y no solo compartieron conocimientos, los asistentes se fueron con muy buen sabor de boca gracias a la degustación de tapas y pinchos típicos.