El informe más inocuo de los tres elaborados por los técnicos municipales es el de la Oficina Técnica de Arquitectura, que se limita a detallar las características urbanísticas de la parcela. Explica que se ubica en Pontevedra, con una superficie de 100.000 metros cuadrados, y se encuentra, "según el planeamiento municipal y la normativa urbanística vigentes, dentro del suelo clasificado como rústico, calificándose en parte como de especial protección forestal y, en parte, como de protección ordinaria". En ambos casos se permiten "infraestructuras de gestión y tratamiento de residuos".

Añade que "la distancia a los núcleos residenciales de población y dotaciones de su entorno es superior a los 500 metros desde el borde de la parcela" y la "orografía, conforme a las curvas de nivel observadas en la cartografía municipal, tiene una pendiente inferior al 5% en un ámbito mínimo de 15.000 metros cuadrados, y la longitud mínima es superior a los setenta metros".