En el pleno municipal del pasado mes, el concejal socialista Iván Pastoriza preguntó a la Alcaldía sobre el pago de los servicios extraordinarios a determinados funcionarios municipales, realizados fuera de la jornada de trabajo, en los que -según explicó- se detectaron gratificaciones en la nómina del mes de agosto de 3.196,94 euros a un trabajador municipal, o de 1.995,81 euros a otro "y un largo etcétera", indicó el socialista.

Pastoriza Pazos leyó en el pleno parte de un informe de Intervención que recoge que "se advierte, del mismo modo y de forma continuada, que la reiteración y periodicidad en la entrega y realización de horas extraordinarias evidencian una necesidad estructural del servicio, debiéndose estructurarse el mismo, a fin de que las tareas estén incluidas en la jornada habitual de trabajo de los empleados del servicio, por lo que, atendiendo a este carácter, no se apreciaría la naturaleza como de servicios extraordinarios".

El edil socialista preguntó a la Alcaldía qué medidas se van a adoptar para resolver esa situación "que se está produciendo de forma reiterada", aseguró.

Respuesta

En su respuesta, la alcaldesa indicó que se acumulan horas de trabajo, en determinados servicios, que se llevan reiterando "desde hace muchísimo tiempo". Recordó que existe una prohibición legal, desde el año 2011, de incrementar la plantilla del personal municipal y, por lo tanto, no poder ofertar plazas respecto a servicios que se encuentran con una plantilla deficitaria, entre los que apuntó el servicio de aguas, o el obras.

La alcaldesa explicó que las horas extras se abonan porque los partes de trabajo vienen firmadas por el técnico responsable, por el capataz o encargado del servicio, y, por lo tanto -indicó- nada hace dudar de que estas horas se realizan. Normalmente en cada nómina se trata de justificar todas y cada una de las urgencias -indicó la alcaldesa-, además de que se revisan todos los partes de las horas empleadas, que en los meses de verano son más, debido a las vacaciones de parte del personal.

La alcaldesa argumentó además que en el mes de julio y agosto, con las restricciones que se produjeron en el suministro de agua por la falta de presión sobre todo en la zona de Seixo, hizo que, por el funcionamiento del propio servicio, los trabajadores tuviesen que acudir al lugar de obras a lo largo de muchas horas del día, en festivos y demás.

Argumentó también que la única opción es ir contratando algunos servicios, a través de empresas externas, para aliviar la carga de trabajo. Así se hizo con el mantenimiento de los bombeos, que antes lo llevaba la brigada municipal y también se está intentando con el mantenimiento de los depósitos, "que consumen mucha parte de las horas extras, porque no están automatizados y, por lo tanto, sobre todo en verano, cada cuatro horas dos personas tienen que ir a nivelarlos manualmente".

La alcaldesa concluyó explicando que esas son, con carácter general, algunas de las deficiencias pendientes de normalizar.