Tres personas, ocupantes de un piso en la calle Juan Bautista Andrade, resultaron ayer heridas al producirse una deflagración de gas en la cocina. Los heridos son una mujer, su compañero sentimental y el padrino de este último. Mientras los dos primeros fueron trasladados, al menos en un primer momento al hospital Montecelo de Pontevedra con lesiones en principio menos graves, el padrino presentaba serias quemaduras al menos en los brazos por lo que se valoraba su traslado al centro hospitalario de A Coruña para ser atendido en su unidad de quemados. El hombre fue evacuado con los brazos vendados, a la espera de determinar su presentaba otras lesiones. En la vivienda , ubicada en el primer piso del número 53 de la citada calle, reside también una niña de ocho años, hija de la mujer, que resultó ilesa, según apuntaron fuentes de los Bomberos y de la Policía Local.

El siniestro se registró poco antes de las diez de la noche y las primeras investigaciones apuntan a que se produjo una acumulación de gas butano en la cocina de la vivienda que acabó inflamándose, provocando la deflagración que alcanzó a los tres heridos, de los que no trascendieron ayer sus identidades. La combustión provocó daños en la cocina pero, aparentemente, no afectó al resto del inmueble ni al edificio. Tampoco hubo incendio. De hecho, los inquilinos del resto de las viviendas, si bien en un primer momento salieron muy asustados de sus casas, pudieron regresar poco después.

Hasta el lugar del suceso acudieron los efectivos de Bomberos, agentes de la Policía Local y ambulancias del 061, entre otros servicios de emergencia. La zona fue acordonada para impedir el acceso al entorno de la vivienda siniestrada y el tráfico permaneció temporalmente cortado durante los trabajos de atención a los heridos, si bien una hora después, sobre las once de la noche, los Bomberos ya estaban de regreso en su base.

Mientras eran atendidos los heridos y trasladados a los centros sanitarios, un familiar de los heridos -al parecer la abuela de la niña- se hizo cargo de la pequeña, que resultó ilesa y era vista en las inmediaciones con un perro de la familia.

La deflagración, que se produjo a unas decenas de metros del estadio de Pasarón, causó gran alarma entre los vecinos por el estallido que se pudo escuchar, según apuntaron algunos testigos presenciales, que incluso añadieron que se activaron las alarmas de algunos edificios del campus, situado a la misma altura del edificio afectado, al otro lado de la avenida de Compostela.