El gobierno local del BNG reiteró ayer ante los vecinos de Os Campos su intención de incumplir el acuerdo plenario aprobado con los votos de la oposición (PSOE, PP, Marea y Ciudadanos) en la primera de las reuniones que mantuvo el ejecutivo con los vecinos de las zonas que se verían afectadas por estos tres corredores sanitarios en los que se pretende limitar el impacto que puedan tener los badenes sobre el tránsito de los vehículos de emergencias.

El encargado de reafirmar la política del BNG ante los vecinos de Os Campos fue el concejal de movilidad Luis Bará y lo hizo antes incluso de conocer la opinión de los vecinos de la zona quien, por cierto, apoyaron mayoritariamente la instalación de estos pasos elevados reductores de velocidad en el proyecto de remodelación de toda esta zona que se empezará a ejecutar en apenas dos semanas. Concretamente, el proyecto recoge la instalación de seis pasos elevados en un vial que supuestamente debería ser parte de uno de estos tres "corredores sanitarios".

Los vecinos, quienes tampoco dudaron en criticar la tardanza del gobierno local en dotar de aceras a toda esta zona, intervinieron en su mayoría para apoyar la instalación de los badenes: "sin lombos esta obra es inviable, si no se hacen apaga y vámonos", explicaba una vecina. Otra señalaba que "no nos van a matar por no tener lombos, si no por no tener aceras", reclamando celeridad a la obra que pretende realizar el Concello para mejorar la seguridad vial en la zona. También hubo voces discordantes con los badenes, aunque las menos. Un participante aseguró que está en contra de la proliferación de badenes y recordó que todos ellos tienen una altura superior a los doce centímetros. Otra mujer preguntó por los enfermos que tienen que pasar por ellos "con una pierna o una cadera rota". Un tercero planteó la posibilidad de adoptar otras medidas de seguridad para garantizar el calmado de tráfico, como radares o semáforos, algo a lo que respondió Luis Bará. Tras recordar que las bandas sonoras reductoras de plástico se han mostrado insuficientes para frenar el tráfico en la zona, explicó que dispositivos como el radar permitirían registrar las infracciones pero no evitarían que los coches circulasen a velocidades elevadas, manteniéndose por lo tanto el riesgo de accidente grave. "Queremos obligar que se circule a 30 por hora", añadió "que salte un radar no va a garantizar que ese coche no atropelle a una persona"; explicó el edil. La mayoría de los vecinos se mostraron a favor de los badenes y uno de ellos incluso señaló que "cuanto más altos mejor". "Flaco favor nos harían si se pone ese corredor sanitario por aquí", añadió. "Aunque en teoría sería para las ambulancias realmente estaría libre para quien lo quisiera utilizar y ya sabemos que hay conductores desalmados que hacen con los semáforos y con las direcciones prohibidas lo que ellos quieren", explicó, "los lombos son imprescindibles", apostilló.

Aunque Bará quería evitar que la reunión se convirtiese en una reproducción del debate en el pleno de la Corporación, una vez que escuchó a los vecinos dio la palabra a los representantes de los partidos de la oposición que se asistieron a este encuentro. El primero en hablar fue el socialista Tino Fernández, quien explicó que crear un corredor sanitario no quiere decir que "no vaya a haber lombos". Explicó que dentro de la propia Pontevedra hay ejemplos de badenes que son perfectamente soportables para las ambulancias y para los enfermos que transitan en ellas y se pregunta por qué no se pueden trasladar ese tipo de pasos elevados (como los que existen en la rúa da Seca) a este corredor sanitario. Fernández insistió en que el acuerdo plenario que alcanzó la oposición lo que pretende es estudiar fórmulas para que se puedan instalar los badenes de forma que beneficie a todo el mundo, a los peatones pero también a los pacientes que circulan en ambulancia, así como otras posibles medidas de calmado de tráfico. "Pues estudien lo que quieran pero nosotros queremos lombos"; le respondió una vecina.

María Rey, de Ciudadanos, fue la más breve y concisa. Explicó a los vecinos que lo único que pretendía la oposición con este acuerdo era analizar cuál era "el tamaño y la ubicación" más adecuada para los lombos y lamentó que el gobierno local hubiera decidido sacar ese debate del Concello para "hacer una guerra con los vecinos" frente a la oposición. Por parte del PP, José Luis Martín lamentó que el gobierno local haya intentado "manipular" a los vecinos al reducir toda la cuestión a un debate entre "lombos sí o lombos no". "Nosotros estamos a favor de los lombos, pero reglados", añadió, y pese a que Bará esgrimió un informe del ingeniero municipal que asegura que todos los lombos de Pontevedra se adaptan a la normativa, el edil popular insistió en que hay badenes en la ciudad que no se adaptan a ella. A algunos vecinos les sentó mal la insinuación del PP de que pudieran estar siendo manipulados por el BNG y lo negaron: "lo que queremos es seguridad, nadie nos manipula", añadieron.

También intervino un técnico de ambulancias, José Iglesias, directivo de la Asociación Galega de Técnicos de Emerxencias, quien explicó que la petición de este colectivo para, cuando menos, suavizar los lombos, "no es un capricho". Recordó los perjuicios que puede tener un badén sobre las lesiones que padece un paciente crítico o que el tiempo que dure un traslado es vital en casos como un infartado. La diferencia de atravesar la ciudad con badenes o sin ellos puede ser de cinco minutos y eso es vital en estos casos. Aseguró que en Pontevedra hay lombos de todo tipo, desde algunos que son como "barreras" hasta otros "perfectos" para el paso de las ambulancias. Cree que estos últimos cumplen con su función reductora de la velocidad y son los que reclaman para estas vías sanitarias. Son más de 7.000 las ambulancias que llegan todo el año a Montecelo solo procedentes de Pontevedra.

Bará puso fin a la reunión ratificando que el gobierno local no consentirá la eliminación de los badenes de estas vías, dado que "salvan vidas", ni tampoco la instalación de "lombos suavecitos" que puedan ser rebasados por los coches a más de 30 kilómetros por hora dejando así de cumplir la función para la que fueron concebidos. "Se van a hacer pasos elevados y se van a hacer cumpliendo la normativa vigente", añadió, al tiempo que volvió a reiterar la posibilidad de rectificar aquellos en los que se puedan haber producido errores.

El único momento subido de tono de la reunión lo protagonizó el propio Bará y Eulogio Sartier, portavoz vecinal de Moldes que se opone a los lombos, a quien Bará negó la palabra inicialmente al no ser del barrio de Os Campos. Ambos se encararon y Sartier le retó a "atreverse" a explicar la instalación de los lombos en Moldes, en donde asegura que los vecinos se oponen a su construcción.