El hombre acusado de tirar a su pareja por la ventana, en su domicilio de la calle Víctor Said Armesto en noviembre de 2013, declaró ayer que fue ella la que se cayó, cuando intentaba bajar por un andamio situado ante el edificio. Lo hizo en la vista oral que se celebró en la Audiencia de Pontevedra. El individuo, G.S.M., con antecedentes por homicidio, está acusado de un delito de tentativa de homicidio y lesiones sobre su pareja en la ciudad de Pontevedra.

Según la acusación, que ejerce el fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, el hombre, después de golpear y amenazar a la mujer poniéndole un cuchillo en el cuello, la arrojó por la ventana de un segundo piso, lo que provocó que cayese a la calzada de cabeza desde siete u ocho metros de altura.

Durante el juicio, el acusado y la víctima ofrecieron dos versiones de los hechos totalmente opuestas y solo coincidieron al confesar su adicción a las drogas en la época en la que convivían. Por ejemplo, ella aseguró que mantenían una relación sentimental, mientras que él declaró que lo suyo era un "contrato verbal" por el que le dejaba vivir en su piso a cambio de sexo.

Sobre el suceso, él declaró que aquella noche de noviembre de 2013 la mujer llegó a su piso y se encerró en el salón para no compartir con él la droga que traía y explicó que, ante su insistencia, quiso escapar por la ventana a través de un andamio instalado en el edificio colindante.

Heroina

Ella admitió haberse encerrado en el salón, pero puntualizó que lo hizo para no ver al acusado inyectarse heroína, y añadió que él forzó la puerta para entrar y que la amenazó con un cuchillo, la golpeó y la tiró por la ventana.

En este escenario, la defensa pidió la libre absolución, mientras que la Fiscalía mantuvo su petición inicial de 11 años de prisión por tentativa de homicidio y lesiones.

El acusado, G. S. M., vecino de Pontevedra de 46 años fue detenido el día de los hechos después de que su pareja se precipitase al vacío desde un segundo piso, en el domicilio que ambos compartían en la calle Víctor Saíd Armesto.

Varios agentes de la Comisaría de Policía Nacional que participaron en la investigación de los hechos declararon ayer en el juicio. Explicaron que el individuo trató de negarles el acceso a la vivienda, después de encontrar a la víctima, una mujer brasileña de 35 años de edad, tirada en el pavimento de la calle, consciente pero con múltiples heridas provocadas por la caída.

Los agentes acudieron al lugar alertados por los vecinos. Encontraron a la víctima sangrando y tirada sobre la acera de la calle Víctor Said Armesto. Ella indicó ya entonces que fue su pareja sentimental quien la arrojó al vacío desde la ventana del domicilio que ambos compartían.

Discusión

El acusado, por su parte, alegó una discusión entre ambos tras la que ella decidió abandonar la vivienda por el andamio situado ante la misma. Argumentó que la mujer había llegado a casa con un maletín de ordenador y dinero, y que inmediatamente se encerró en el salón sin querer abrirle la puerta ni darle explicaciones sobre dichos objetos. Ahí se iniciaría la discusión que, según el acusado, llevó a la mujer a tratar de huir por la ventana valiéndose del andamio. Previamente se había encerrado en el salón para impedir que el hombre entrase "y cuando rompí la puerta para entrar ella ya no estaba allí, cerré la ventana y me fui para la habitación", aseguró el acusado.

Negó haberla golpeado y justificó su relación en un "contrato hablado" para compartir vivienda a cambio de sexo. Sin embargo ella planteó una situación completamente contradictoria. Aseguró que él la había maltratado anteriormente y que en el día de los hechos la amenazó con dos cuchillos, le dijo que "hoy no sales viva" y que finalmente la arrojó por la ventana.

Vecinos

Los vecinos, uno de los cuáles compareció como testigo en el juicio, aseguran que las discusiones entre la pareja eran constantes y señalaban que incluso en alguna ocasión ya tuvieron que llamar a la Policía por las frecuentes algaradas que ambos protagonizaban. Llamaron la atención sobre un reciente episodio en el que dicen que observaron, estupefactos, como el detenido agredió a la mujer en plena calle.