Las calles y plazas de Pontevedra eran ayer, especialmente a partir del mediodía, un auténtico hervidero de gente. Entre los caracterizados de la época medieval y los que simplemente cargaban con sus cámaras de fotos, había pontevedreses, vecinos de los concellos cercanos y de otros puntos de Galicia, turistas de otros lugares de España y también de otros países.

Según el personal que atendía el puesto de Visit Pontevedra en la Praza de España, tan solo en las primeras horas de la fiesta ya habían pasado a informarse visitantes de Madrid, Cataluña, Valencia, Andalucía, Castilla y León, País Vasco y de estados como Reino Unido, Italia, Argentina, Bélgica, Holanda, Portugal y Suiza, entre otros.

Desde Australia

Desde Gold Coast, Australia, llegaron a Pontevedra Marisa García-Kalnis y el fotógrafo Charles Kalnis, que se declararon unos enamorados de la ciudad de Pontevedra. Ambos se mostraban maravillados con la Feira Franca. "Nunca habíamos venido a esta fiesta, es nuestra primera vez, y nos parece maravillosa la forma en la que la gente va vestida", aseguraba ella, de padre pontevedrés.

Y como ellos, los miles de pontevedreses que ayer salieron a las calles para disfrutar de la fiesta. Chus López y Alicia García fueron previsoras y reservaron hace un par de semanas una mesa en un restaurante de la zona monumental para ellas y sus parejas. "No nos queríamos arriesgar a quedarnos sin sitio y a andar agobiados hoy", explicaba Chus, mientras que Alicia resaltaba en que para ella esta edición de la Feira Franca era especialmente importante porque era la primera vez que la compartía con su hija Sara, de menos de un año.

La concelleira de Festas, Carme da Silva, aseguró que la ocupación hotelera en la ciudad tal día como el de ayer era "del 150 por ciento". "Si contamos los que consiguieron alojamiento, más los que no, la cifra ronda ese porcentaje", bromeó.