Pontevedra saldará a lo largo de los próximos meses, en tres plazos, los 4,7 millones del principal y una parte de los intereses. En todo caso, alrededor de 2,5 millones deben abonarse entre agosto y diciembre y otra cantidad similar entre enero y junio de 2016. El gobierno local aspiraba a prolongar aún más ese periodo, pero Sogama precisa de liquidez cuanto antes y apostó por un pago lo más rápido posible.

El acuerdo incluye también la obligación municipal de pagar, con efectos retroactivos desde enero pasado, el canon íntegro a Sogama, asumiendo plenamente su derrota judicial por la que el contrato específico al que se aferraba queda totalmente anulado. Esa anulación ya fue decretó en su día por el Tribunal Superior de Xustiza y lo ratificó hace unas semanas el Constitucional, pero el gobierno local aún las utilizaba hasta ahora para calcular el precio del servicio.

Con el acuerdo actual, Pontevedra no solo tendrá que saldar los 4,7 millones de impagos anteriores, sino una media de 50.000 euros más al mes a lo largo de todo el año 2015, incluidos los meses ya transcurridos. Esta cifra es la diferencia mensual entre lo que factura Sogama y lo que abonaba hasta ahora realmente el Concello.

Cada mes, de media, la empresa envía una factura al Concello de unos 190.000 euros aproximadamente, a razón de 74 euros por cada tonelada enviada a la planta de Cerceda. Pero lo que realmente se pagaba son unos 140.000 euros, ya que el gobierno local calculaba hasta ahora que cada mil kilos cuestan 55,4 euros. Lo hace en función de esas cláusulas particulares firmadas en 1999.