La primera fase de declaraciones en la investigación del parricidio se da por terminada después de dos días de intensa actividad en los juzgados de Caldas, donde la Fiscalía escuchó la narración de seis personas, entre ellos varios familiares de David Oubel, el supuesto responsable de asesinar a sus dos hijas de 4 y 9 años este pasado viernes en Moraña. Relatos "relevantes" para el caso aportadas por tres testigos el lunes y otros tres ayer. Los nuevos pasos que se darán en el marco de un proceso indagatorio que transcurre bajo una orden de estricto secreto sumarial estarán marcados por los resultados de las pruebas científicas.

El fiscal encargado del caso, Alejandro Pazos, considera que estas seis declaraciones, son "relevantes" y, por ello, ve que "por lo menos el esfuerzo que se les ha pedido ha compensado". Entre los testigos están familiares del presunto parricida, así como el trabajador sanitario que le atendió en Montecelo de las heridas que se autoinfligió tras el crimen. "El esfuerzo mental y a nivel afectivo es complicado, cuando alguien conoce a alguien y ha tenido una cierta relación, ver esto solo se me ocurre decir que es espeluznante", remarcó el representante del ministerio público tras concluir con las tres testificales de ayer

Desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia se ha vuelto a descartar especificar la identidad de los seis testigos. El fiscal solo quiso concretar en cuanto a los parientes de David Oubel que no se trata de una consanguinidad directa, sino de "familia un poco lejana". Pazos transmitió que "era necesario hacer ya estas testificales por tener la memoria reciente, por muchas cosas, porque aunque sea un mal momento no se sabe nunca si es peor más tarde; porque desde el punto de vista procesal hay que agarrar las declaraciones de instrucción con todas las garantías, no vaya a ser que pase algo", expresó. "Nunca se sabe, alguien puede caer enfermo y después eso no puede ser utilizado en juicio, y de esta manera ya tenemos la prioridad cubierta", explicó.

Por otro lado, los portavoces oficial del TSXG apuntaban que para esta semana "no está prevista" la comparecencia de nuevos testigos. Cuestionado sobre si la toma de declaraciones continuará la próxima semana, el fiscal comentado que no sabe "qué es lo que pasará", si bien deja claro que la investigación entra ahora en una nueva fase. "Dependerá de la Policía Científica, y pienso que no va a haber declaraciones testificales la próxima semana porque la Policía Científica todavía necesita un poco más de tiempo", explicó en relación al resultado de las pruebas que se hayan tomado en el escenario del crimen. Cree que el proceso podría pararse, de hecho, hasta mediados de septiembre, incidiendo en que los informes médico-forenses van a requerir de considerable tiempo.

El fiscal, al ser preguntado por la posibilidad de que algunos allegados de las víctimas puedan declarar en sus respectivos domicilios por estar demasiado afectados, aseguró que "es una posibilidad legal", pero que "por ahora" no se ha planteado. "Si se trata de una cuestión anímica estrictamente, como es preceptivo, en ocasiones se suspende la declaración", remarcó antes de evidenciar que "es lógico que estén afectados". De todos modos, puntualizó que estas personas, aunque "afectadas", están "relativamente enteras".

En cuanto a la posibilidad de nuevos imputados en este caso, el fiscal ha reconocido que "no se puede descartar nunca nada", pero ha aseverado que "en este momento no" los hay. "A mí se me escapa en este momento, porque la Policía Científica o los médicos forenses pueden conocer de primera mano datos que yo ahora mismo no conozco", reconoció.

Por otra parte, este periódico aclara que las dos personas identificadas como testigos del caso en una fotografía publicada este martes son , en realidad, trabajadores del juzgado y no testigos.