Los montes gallegos están siendo desaprovechados como fuente de riqueza y creación de empleo. Lo denuncia la Organización Galega de Comunidades de montes, que pide que la Xunta establezca un plan estratégico para el conjunto de terrenos comunales. Según los datos que maneja la organización, la madera gallega supone ya el 50% de la exportación maderera en el Estado. Consideran además que la Xunta pretende "acabar con la propiedad vecinal de los montes en mancomún".

"Es necesario un plan específico para el Castrove, Pontevedra, Morrazo y el resto de montes comunales para ponerlos en marcha, para convertirlos en una fuente de riqueza activa para la población", afirmaba el presidente de los comuneros del monte Castrove y portavoz de la Organización Galega de Comunidades de Montes, Claudio Quintillán. Considera que las administraciones solo se preocupan "de si arde o no" y de "sacar cuatro líneas de subvención" y denuncia un descontrol. "Del mismo modo que en los municipios se hacen planos generales de ordenación, sería conveniente que se trasladasen esas preocupaciones al monte", señala Quintillán.

Los comuneros consideran una contradicción que con la importancia que supone para el mercado la exportación de maderas, "no se haga nada para potenciar el sector". "Tenemos la suerte de que en Galicia los montes producen grandes cantidades de árboles de forma natural. Con los cuidados adecuados, planes concretos y produciendo teniendo en cuenta los mercados, supondría una vía de salida para muchas familias gallegas, especialmente en estos momentos de crisis económica", señala Quintillán.

En ese sentido, las propias madereras calculan que se podría generar, entre puestos directos e indirectos, entre 30.000 y 50.000 empleos en todo Galicia, a mayores de los ya existentes. "Lamentablemente, la respuesta que hay es que fundimos todos los fondos europeos en los montes, sin que los resultados lleguen a repercutir en los bolsillos de la gente", apunta Quintillán.

En ese sentido, señala que tan solo dos grandes compañías a se están aprovechando de los recursos madereros: Ence y Finsa. "Se trata de una explotación primaria, uno hace pasta y la otra tritura la madera, no hay una elaboración con un valor añadido" explica Quintillán. En ese sentido, recuerda la cantidad de ingenieros forestales e investigadores en paro. "En Lourizán están haciendo un gran trabajo de investigación, pero luego no llega a las tierras en mancomún, señala el portavoz de la Organización Galega de Comunidades de Montes.

Más asesoramiento

Desde la Organización Galega de Comunidades de Montes señalan debería existir mayor asesoramiento por parte de la Consellería de Medio Rural hacia los comuneros. "No existe una hoja de ruta marcada, lo único para lo que intervienen es para exigir el dinero", señala el presidente de los comuneros del Castrove, que denunciaba que la "situación es caldo de cultivo para la privatización". "Si una comunidad de montes tiene deudas con la administración se adjudica la gestión a la empresa privada, apareciendo cultivos energéticos sin la oposición de los vecinos", explica.