El esfuerzo realizado durante los últimos meses por los feligreses de la parroquia de Santa María reuniendo los donativos necesarios para hacer realidad este anhelo se vieron recompensados ayer. El obispo auxiliar de Santiago de Compostela, Jesús Fernández González, procedió a la bendición de las dos imágenes de la Virgen de Lourdes y de Santa Bernardette que desde ayer ya se pueden honrar en la Basílica pontevedresa.

Se trata de un conjunto adquirido por la parroquia gracias a la aportación de los propios feligreses. La que se descubrió ayer es una talla elaborada por la Comunidad de la Familia Monástica de Belén de la Asunción de la Virgen y San Bruno, en Francia. Una comunidad integrada por monjas contemplativas cuyas obras no solo buscan la belleza estética, sino que intentan transmitir una fuerza espiritual a quienes la contemplan.

La parroquia anunció que esta imagen saldrá en una nueva procesión en febrero, cuando se conmemora la aparición de la Virgen en una gruta de Lourdes a la niña Bernardette, hoy en día Santa Bernardette, quien aparece postrada ante ella en este conjunto formado por las dos imágenes que ya se puede contemplar en Santa María.

Para la parroquia de Santa María la bendición por parte del obispo auxiliar de Santiago, Jesús Fernández, de esta imagen de la Virgen tiene un valor doble. Además de la presencia del propio obispo en Pontevedra, que sea él, nombrado Delegado de la Pastoral de la Salud por la Conferencia Episcopal, el encargado de bendecir la talla de la "madre de los enfermos" --como la definió el propio obispo-, tiene un mayor realce.

Y es que la de ayer fue una jornada de convivencia entre el obispo auxiliar de Santiago y los vecinos de la parroquia de Santa María. Llegó a Pontevedra sobre las 11 horas para participar en una breve oración en la capilla de San Roque. Posteriormente, acompañó a los feligreses en un paseo hasta la Basílica, haciendo una parada en las Doroteas, en donde saludó a las hermanas de esta comunidad, que forman el único instituto de vida religiosa en el territorio de la Parroquial de Santa María y que, desde el domingo 30 de noviembre, celebran el Año de la Vida Consagrada, convocado por el papa Francisco.

A mediodía, en la escalinata principal de la Real Basílica, tuvo lugar una acogida festiva al obispo por parte de la comunidad parroquial, presidiendo Jesús Fernández la Misa Solemne de la Inmaculada Concepción. A su término, compartió un ágape con los feligreses en el centro parroquial.

Ya por la tarde, el obispo auxiliar de Santiago visitó el Santuario de las Apariciones y conoció el lugar en el que vivió Sor Lucía, una de las tres videntes de Fátima, en cuya celda tuvo varias visiones de la Virgen con el Niño Jesús. Por último, a partir de las seis de la tarde y de nuevo en la Basílica, tuvo lugar un acto festivo que remató con la bendición de las imágenes de Nuestra Señora de Lourdes y Santa Bernardette.

Este acto incluyó una pequeña entrevista al obispo auxiliar Jesús Fernández, en la que destacó "la importancia de la participación" vecinal en las parroquias, algo que, tras lo contemplado ayer en Pontevedra, "estoy seguro que aquí lo tenéis". Destacó que en Santa María se creó una de las primeras juntas parroquiales en 1969 y considera de gran importancia la existencia de "consejos parroquiales para ayudar a los pastores en la organización y gestión pastoral". El obispo se despidió de los feligreses de Pontevedra asegurando que "me llevo un recuerdo inolvidable de mi paso entre vosotros".