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La peligrosa enfermedad ignorada

Miles de personas que padecen hepatitis C lo desconocen; los expertos recomiendan realizarse una sencilla prueba si se ha recibido una transfusión o se fue hemoderivado antes de 1990

Participantes en la jornada científica que se celebra desde ayer en el Hospital Montecelo. // Rafa Vázquez

"No es suficiente con disponer de tratamientos maravillosos si no conseguimos que lleguen finalmente a los pacientes", reconocía el jefe del servicio de Digestivo del CHOP, Juan Turnes Vázquez, al presentar la jornada científica sobre la hepatitis C que reúne desde ayer en Pontevedra a reconocidos ponentes. Éstos analizan los resultados de los nuevos y altamente eficaces tratamientos contra la enfermedad que ya están disponibles en los hospitales españoles y los que se espera que pasen a utilizarse a lo largo de 2015.

Si en el aspecto de los avances científicos todo son noticias positivas (por primera vez se lograr curar masivamente la enfermedad), no sucede lo mismo con el conocimiento de la dolencia. En general se ignora que cada día mueren 13 españoles como consecuencia de la hepatitis C, casi 6 veces más que el número de fallecidos por sida, a pesar de que ésta cuenta con una mayor proyección en el debate público.

La hepatitis C no produce síntomas hasta una fase tan avanzada como es la cirrosis. Ha sido además, como indica el especialista, "una enfermedad silenciosa, no había interés público por la enfermedad y no había tratamiento, muchos no eran diagnosticados por ello".

La principal vía de contagio es el contacto con productos sanguíneos contaminados, bien por el consumo de drogas intravenosas o por haber recibido transfusiones o hemoderivados con anterioridad al año 1990.

En España un 5% de la población puede estar afectada, si bien ningún país europeo tiene una estrategia de cribado. Muy al contrario, en Estados Unidos se recomienda a los nacidos entre 1945 y 1965 que se sometan al análisis, una prueba sencilla y barata que dará paso, llegado el caso, al tratamiento. El objetivo es no tratar la enfermedad cuando ya han parecido los síntomas sino antes, cuando todavía es curable.

"Cualquiera que sepa que recibió hemoderivados antes de 1990 debe saber que es población de riesgo", señala el jefe de Digestivo del CHOP. Éste recuerda que la enfermedad es totalmente asintomática en sus primeras fases, hasta el punto de que los análisis rutinarios, caso de los de empresa, pueden no detectarla.

"En uno de cada 3 pacientes con hepatitis C las transaminasas son normales y por supuesto los que tienen datos hepáticos alterados deben revisarse especialmente", recomienda Turnes Vázquez

Para los profesionales de la salud los avances que se están produciendo en los últimos años en el campo de la hepatitis C son apasionantes. "Lo cierto", añade la misma fuente, es que hemos pasado de tratar a unos pacientes, que siguen siendo igual de importantes para nosotros, pero hasta hace unos años las posibilidades de curarlos eran muy bajas, en torno al 40%, menos de uno de cada dos pacientes se curaba, y en el momento actual podemos curar a 9 de cada diez pacientes con estos tratamientos".

Los ya disponibles son Olysio y Sovaldi, tratamientos de nueva generación que tras un ciclo de aplicaciones de 8, 12 o 24 semanas logran la curación en la gran mayoría de casos de hepatitis C. De no tratarse, como recuerda Juan Turnes, "va a producirles en la gran mayoría de los casos una cirrosis hepática y eventualmente la muerte".

La previsión es que en semanas salga al mercado un tercer fármaco y antes del próximo mes de junio otras dos combinaciones nuevas.

El coste de estos tratamientos supera los 50.000 euros. El especialista apuntó en este sentido que "un tratamiento que cura a tantos enfermos no debería estar limitado por su coste" y que en el área sanitaria de Pontevedra no percibe "ninguna dificultad en el acceso" a estos tratamientos, más allá de los plazos habituales en cualquier otro procedimiento médico.

Se trata de pastillas que actúan directamente sobre el virus, en concreto sobre tres dianas posibles, "el truco está en combinarlos para abarcar al menos dos", explica el experto a propósito de estas medicaciones.

Gran mortalidad

Estos nuevos tratamientos también persiguen eliminar en el plazo de tiempo más breve posible esta enfermedad que es una de las primeras causas de mortalidad por infección en España.

"En 2014 es ya la primera causa de mortalidad por un agente infeccioso en nuestro país", detalla Juan Turnes al recordar que el elevado número de personas con hepatitis C hace de la eliminación del virus un reto muy complejo.

Solo en el área sanitaria de Pontevedra son más de 5.000 los afectados pero la mayoría lo desconoce: menos de 1 de cada 3 se ha hecho la prueba para detectarlo. De los que si han sido analizados, menos de la mitad, según los datos que expuso ayer el experto, recibe tratamiento.

En toda España el número de pacientes con hepatitis C ronda el medio millón de personas, una cifra más o menos fija.

Afecta a diferentes edades pero el pico de incidencia se sitúa entre los 35 y los 55 años, es decir en personas con plena actividad laboral, familiar, física etc. Si son tratadas, "curamos el virus y el daño que produce al hígado, la mayoría se curará realmente, evitando un cáncer de hígado, un trasplante o una cirrosis", señala Juan Turnes.

Éste encabeza una de las unidades de referencia en España en tratamientos de hepatitis C, una de las pioneras en Galicia en la apliación de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C y que es anfitriona de la jornada que reúne a infectólogos, hepatólogos, farmacéuticos, pacientes etc para mostrar los resultados de estos tratamientos ya disponibles.

Se analizan aspectos como la eficacia, seguridad y disponibilidad de los medicamentos y se cuenta con la opinión del paciente. "Cada vez más", concluye el experto, "es fundamental que forme parte de la toma de decisiones".

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