"Hemos seleccionado algunas piezas pequeñas que se requieren para explicar el mundo de los egipcios pero otras muy importantes que son emblema de las grandes colecciones de Florencia", señala Francisco J. Martín Valentín a propósito de la exposición "Da vida á morte no Antigo Exipto". El egiptólogo indica que "la idea era traer a Pontevedra algo de altura internacional y esas piezas cualifican a esta exposición a una altura internacional".

-¿Cómo fue la civilización del Antiguo Egipto?

-Fundamentalmente una civilización centrocósmica; para ellos, y a diferencia de las civilizaciones griega o romana o incluso na nuestra actual, el hombre no era el centro. Ellos se consideraban un elemento inserto en la naturaleza y eran respetuosos con todo lo que los rodeaba como producto de creación de los dioses, entonces lo que desprendía era armonía, equilibrio, aunque por supuesto tuviese sus defectos, y trataban de regirse por unas normas que ubicaban a cada uno en su sitio en la sociedad y con responsabilidades respecto a lo que tenían arriba y abajo, es decir del rey y de los dioses para abajo y de abajo hacia arriba".

-¿Se acota un espacio temporal en concreto?

-No se ha seguido un criterio cronológico sino que hemos hecho una selección de piezas con las que se busca establecer un recorrido, que llamamos de la vida a la muerte, porque consideramos que es la mejor manera de explicar a la sociedad gallega cómo era la cosmovisión de los egipcios desde los dioses, pasando por los reyes, la vida cotidiana y el papel de la mujer en la sociedad egipcia, y luego la trascendencia de la muerte, con su fenómeno de resurrección, que es uno de los conceptos de la civilización egipcia que se nos ha transmitido a nosotros, nuestra cultura bebe de los egipcios aunque muchas veces ni seamos conscientes de ello.

-¿Será esta la primera de futuras exposiciones?

-Eso ya no lo sé (risas) que el Museo haga la propuesta y nosotros la atenderemos, Pontevedra es una ciudad que nos encanta, el Museo, la Diputación, todos nos atienden con una amabilidad extrema y atienden nuestras peticiones (que sabe como nos ponemos a veces los comisarios de exposiciones, pidiendo cosas como si fuésemos niños pequeños a los reyes magos) estaríamos encantados de seguir trabando aquí e ir incrementando este tipo de muestras que creo que son importantes porque dan un nivel cultural a la sociedad en la que se están mostrando que considero que es un síntoma de madurez, de madurez a nivel europeo me refiero.