Una delegación del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) con el director xeral, Javier Aguilera, al frente se reunirá hoy con la dirección del Grupo Sonae para hablar sobre el futuro de Tafisa, amenazado por la decisión empresarial de poner fin a la actividad de la planta de "flooring" de A Reigosa (Ponte Caldelas). El encuentro fue desvelado ayer por el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, durante su visita a la empresa Nodosafer.

Según explicó Rueda Valenzuela el Igape, organismo dependientes de la Consellería de Economía e Industria hace valer las ayudas oficiales concedidas en los últimos años a Tafisa para concertar la reunión en la que la administración autonómica intentará que la multinacional portuguesa que lidera Mendes de Azevedo dé marcha atrás y opte por mantener la actividad de la planta pontevedresa, que después de tres años de pérdidas económicas ha empezado a remontar su situación e incluso, según los cálculos de la gerencia local, estaba previsto que superaría los números rojos en el presente ejercicio económico.

A esta reunión no han sido convocados los representantes de los trabajadores a pesar de que el comité, en nombre de la plantilla, ha pedido a distintos dirigentes políticos, entre ellos al presidente provincial del PP y de la Diputación, Rafael Louzán, que les abriesen el camino para poder hablar directamente con la dirección del grupo Sonae, propietario de Tafisa-Tableros de Fibras SA. Ellos sostienen que la factoría de Ponte Caldelas es viable y quieren defender y argumentar esta tesis ante quien tiene el poder de decisión.

El vicepresidente de la Xunta apuntaba ayer que las ayudas del Igape conllevan una serie de exigencias relacionadas con el mantenimiento de la actividad y el empleo y aseguraba que "vamos a hacer todo lo posible para que continúe la empresa, al final son decisiones empresariales pero nosotros también tuvimos una intervención como administración pública a través de las ayudas" lo que, en opinión de Alfonso Rueda, da pie a que en un momento dado exijan una contraprestación.

Mientras que el Igape y Sonae ultimaban el encuentro de hoy, los trabajadores de Tafisa estaban inmersos en la negociación del ERE extintivo que pondrá en la calle a la totalidad de la plantilla si la empresa no reconsidera su decisión de cierre antes del verano. Los sesenta empleados de A Reigosa, en huelga indefinida desde el inicio de la negociación, buscan apoyos institucionales y políticos para tratar de revertir la situación. También protagonizan movilizaciones para dejar constancia del rechazo al cierre.

El próximo 20 de junio llevarán su protesta a Maia (Portugal), en donde tiene su sede central el Grupo Sonae.