La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo acaba de desestimar la admisión del recurso de casación interpuesto por las defensas de los tres atracadores condenados por la Audiencia de Pontevedra a penas que suman 76 años de prisión por el intento de atraco a una surcursal bancaria de A Cañiza en la que acabaron con la vida del guardia civil Miguel Jorge Piñeiro Lorenzo y causaron heridas de bala a otro agente. Una decisión que confirma así la sentencia emitida en julio del pasado año por la Sección Segunda de la Audiencia pontevedresa.

Los tres condenados son vecinos de Vigo y al menos dos de ellos contaban con un amplio historial delictivo a sus espaldas. Entre ellos el autor material de los disparos que acabaron con la vida del agente de la Guardia Civil, José Vilar Casal (alias "Pepiño"), que fue condenado a penas que suman 27 años de prisión por los delitos de homicidio, homicidio en grado de tentativa, robo con violencia y tenencia ilícita de armas. Sus compinches en aquella ocasión eran José Ángel Martins Mendoza (conocido como "Peke") y Fernando Condines Portela que fueron condenados a 24 años y medio cada uno por los mismos delitos. La defensa de José Vilar recurría, entre otras cuestiones, al entender que el procedimiento tuvo que tramitarse mediante un tribunal del jurado algo que rechazan los magistrados del Supremo.

Por otra parte, los otros dos acusados cuestionan la aplicabilidad de la teoría de las "desviaciones previsibles" al señalar que nunca "prestaron su consentimiento a la posibilidad de que pudiera producirse alguna muerte" y achacan ésta "al exceso cometido por uno de los partícipes que no se puede imputar al resto". El Supremo considera, como ya lo hizo en su día la Audiencia, que los tres se habían concertado previamente para robar el banco portando un arma por lo que la muerte de un guardia civil y la tentativa de homicidio de otro fue un resultado que podía ser "previsible" para los tres acusados.