Antón Louro, concelleiro de Urbanismo, se declara "preocupado" pero también convencido de que "no está en riesgo" el proyecto de polígono comercial de O Vao a pesar de que ahora, cuando todos los escollos parecían superados, la Xunta de Galicia encuentra nuevas objeciones para la tramitación de la modificación parcial del Plan xeral de ordenación municipal (PXOM). Más cauto se muestra el director xeral de Urbanismo del Concello, José Manuel Tato, que apunta que "los promotores deberán valorar si es viable o no" toda vez que desde la administración autonómica se cuestiona la edificabilidad consignada y tiene dudas sobre la ubicación de la línea de costa y si este suelo en dominio público debe computar o no a la hora de marcar la edificabilidad del polígono.

Hasta el momento se daba por hecho que el terreno acotado por la línea de Costas se destinará a zonas verdes y espacios públicos y sería detrás de esta línea, y siguiendo las preceptivas directrices urbanísticas, donde se levantarían las futuras naves y locales comerciales.

Fue en el año 2002 cuando se presentó el polígono comercial de O Vao, un proyecto impulsado por el inmobiliaria Ponteno y el Grupo Nogueira al borde de la carretera de Vilagarcía. A lo largo de la década siguiente tuvo que sortear distintos obstáculos planteados, entre otros, por los departamentos de Estradas de la Xunta y de Carreteras del Estado, de Costas de la Xunta y Costas del Estado, por Autopistas del Atlántico además de tener que buscar un encaje en el Plan de Ordenación del Litoral (POL).

Previsto para 2014

Sin embargo con aparentemente todos los escollos superados -los informes son favorables pero condicionados, matizaba ayer José Manuel Tato- a mediados de 2012, los promotores de la iniciativa empresarial y el propio Concello auguraban que en 2014 el polígono de O Vao podría ser realidad. De hecho desde la comisión municipal de Urbanismo se había informado de que ya existían acuerdos (o precontratos) con seis empresas, entre ellas las ya conocidas de Decathlon y Aki, y nuevas incorporaciones, como Eroski y Media Markt.

El recinto empresarial que está de nuevo en el aire ocuparía 42.000 metros cuadrados y se prevé que su actividad genere más de 300 puestos de trabajo. El reto pendiente es, por tanto, modificar el PXOM para reajustar el tamaño final del polígono, toda vez que inicialmente ocupaba una superficie total de 103.000 metros cuadrado y en la actualidad el proyecto está reducido a 42.000 debido a las expropiaciones derivadas de la autopista y de la modificación de la carretera de Vilagarcía.

Primero la Inmobiliaria Ponteno pretendía ejecutar cuatro grandes naves comerciales entre la carretera de Vilagarcía y la AP-9. Posteriormente el proyecto se amplió con la incorporación de otro grupo de propietarios de terrenos al otro lado de la PO-531, que añadieron 5.493 metros cuadrados más a los 36.781 metros iniciales, y en los que se podrán levantar otras cinco naves, aunque de menor tamaño. La superficie total del nuevo polígono, a ambos lados de la PO-531, será de 42.274,41 metros cuadrados.