Los funcionarios del centro penitenciario de A Lama abortaron el intento de fuga de un interno cuando ya había alcanzado el corredor perimetral de la prisión, separado del exterior por una última valla. Había conseguido saltar el muro del patio del módulo de aislamiento en el que estaba ingresado, al parecer con la ayuda de otros dos reclusos, y dos verjas de seguridad.

La acción se desarrolló en pocos minutos, indican fuentes del penal pontevedrés, que explican que se detectó el salto de la primera valla desde la torre de control, al tiempo que el funcionario del módulo se percataba de que algo pasaba en el patio y dieron la voz de alarma. Cuando entró la Guardia Civil al recinto carcelario, el recluso estaba ya inmovilizado.

A consecuencia de este intento de evasión el recluso, de 24 años de edad, sufrió erosiones y cortes en distintas partes del cuerpo causadas por las concertinas de las vallas por lo que tras recibir asistencia sanitaria y realizarse las preceptivas diligencias, quedó ingresado en la celda de aislamiento del módulo de Enfermería. Se prevé un inminente traslado, apuntan desde la prisión pontevedresa.

Fuentes penitenciarias identificaron al preso que intentó fugarse como Mohamed Benjalí, de 24 años de edad y natural de Marruecos. No es la primera vez que intenta una acción de estas características, relatan fuentes internas del penal de A Lama, que apuntan que, de hecho, el pasado mes de enero protagonizó otro intento de evasión de la cárcel coruñesa de Teixeiro.

Mohamed Benjalí está en prisión cumpliendo condena por varios robos con fuerza cometidos en Almería y tiene en su haber numerosas sanciones disciplinarias por amenazas a funcionarios, daños e inutilización de material carcelario y por comportamientos violentos y asociales, que algunos funcionarios no dudan en relacionar con algún tipo de trastorno psiquiátrico.

Precisamente la sucesión de estos incidentes, junto con sus intentos de fuga, explican que esté catalogado como primer grado e instalado en un módulo de aislamiento.

Esta circunstancia no ha impedido, sin embargo, que Mohamed Benjalí haya sabido supuestamente granjearse el apoyo de otros internos del módulo para intentar fugarse, en una acción que funcionarios de A Lama definían ayer como "huida ninguna parte" pues al parecer, si hubiese conseguido saltar la última valla y el muro exterior, su única opción era correr monte a través. "Nadie lo esperaba fuera" aseguran.

Como es habitual en este tipo de situaciones se ha abierto una abierto una investigación interna para aclarar las circunstancias en las que se produjo la evasión frustrada y detectar posibles fallos de seguridad. Hay que tener en cuenta que Mohamed Benjalí trató de huir cuando llevaba en la prisión de A Lama unas semanas y en un régimen de confinamiento que le permite estar fuera de la celda, y siempre de manera voluntaria, un máximo de cuatro horas al día. Además solo podía compartir espacio común con uno o un tope de dos internos más.