Pontevedra revivió ayer, con el paso de la procesión de La Burrita, la entrada de Jesús en Jerusalén aclamado por sus seguidores con palmas y ramos de olivo en la mano. La comitiva fue arropada por cientos y cientos de pontevedreses y vecinos de municipios cercanos apostados a lo largo de todo el recorrido y de manera especialmente entusiástica por los más pequeños que, vestidos con sus mejores galas y en muchos casos de estreno, pugnaban desde primera línea o desde los brazos de sus padres y abuelos por tocar la imagen con las palmas que portaban.

Tras la venerada imagen de La Burrita desfilaba la banda de música de la cofradía de la Vera Cruz y Misericordia, que hoy tendrá un papel protagonista en la procesión vespertina del Cristo de las Caídas.

Un sol radiante contribuyó a hacer del desfile procesional de La Burrita, la cita multitudinaria y festiva que tradicionalmente marca el inicio de la Semana Santa pontevedresa, una celebración de la que existen referencias desde el siglo XIV, desde el año 1351. Es, junto con la procesión de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor del domingo de Pascua, de la única convocatoria realmente festiva de una conmemoración, llamada también Semana de Pasión, definida por el recogimiento y el dolor.

Previamente al arranque de la procesión, cientos de personas se habían congregado en los jardines de Casto Sampedro, el paseo Antonio Odriozola y la plaza de A Ferrería para sumarse a la bendición de las palmas y ramos oficiada desde el atrio de la iglesia conventual de San Francisco.

Con los ramos santificados en las manos, la multitud abrió pasillo a la imagen de La Burrita que cubrió el siguiente itinerario: escalinatas de San Francisco, plaza de A Peregrina, paseo Antonio Odriozola, Soportales, plaza de Curros Enríquez, calle Palma, plazas Marqués de Aranda y Méndez Núñez, Sarmiento e iglesia de San Bartolomé, en donde se recogió, como todos los años pares la procesión. En los años impares su punto y final es en la basílica de Santa María.

Más tarde el paso fue trasladada a la iglesia de San José, en donde se custodia todo el año.

La jornada había comenzado con la celebración de misas de Ramos, en horarios encadenados, en los distintos templos de la ciudad: Santiago Peregrino de O Burgo, San José y Santa Clara, Santa María, San Francisco y Buen Pastor, Virgen del Camino y San Bartolomé y en las iglesias parroquiales de Mourente, Alba, Santa María de Xeve, San Andrés de Xeve y Santa María de Ponte Sampaio.

A partir de hoy los fieles pontevedreses tendrán por delante una semana de recogimiento jalonada por triduos, viacrucis, vigilias y oficios religiosos dedicados a los distintos episodios de la Pasión y Muerte de Jesús. Se celebrarán procesiones todos los días, con la excepción del sábado santo

A la procesión del Cristo de las Caídas de hoy, les seguirán: la de Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza, el martes: la de la Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas, el miércoles; la procesión de los Pasos, el jueves; la del Encuentro con viacrucis penitencial, en la mañana del viernes y por último la del Encuentro del Resucitado con la Virgen María, el domingo.