A consecuencia de la traumática experiencia sufrida a lo largo de varios años, la hija del bueuense condenado ayer por un delito continuado de abusos sexuales sufre un cuadro psicológico muy complicado por el que precisa atención especializada.

De acuerdo con el diagnóstico reflejado en el escrito de acusación del caso, la joven tiene dificultades serias de relación y socialización, irritabilidad y embotamiento afectivo, además de presentar conductas autodestructivas y alteraciones en la motivación sexual, con sentimiento de vergüenza y culpa.

Secuelas

Son secuelas psicológicas y conductuales de las que la adolescente tiene aún que recuperarse y por las que el padre condenado deberá indemnizar a su hija.

La sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra cifra en 50.000 euros la cantidad que tendrá que pagar a la chica en concepto de daños y perjuicios.