Las obras del Eje Atlántico ferroviario en Pontevedra, que ya están culminadas en todo el municipio y se encuentran en su recta final en la estación del tren, acaban de chocar en su última fase con un problema de "compleja solución" que obliga a retrasar los plazos iniciales. Las obras que ejecuta la empresa adjudicataria en la terminal solo se pueden ejecutar de noche, para no interrumpir el tráfico ferroviario diurno, pero carecen de permiso municipal para ello ya que han generado una oleada de quejas y protestas de los vecinos de la Ciudad de la Piedra y otros puntos próximos debido a las molestias, ruidos e incluso vibraciones de las viviendas que generan.

Esta situación ha obligado al Ministerio de Fomento no solo a poner en cuarentena los plazos que apuntaban a finalizar este mes la remodelación de la estación, sino a entablar negociaciones con el Concello para encontrar una solución. Ayer se celebró una nueva comisión de seguimiento de las obras del AVE entre el concejal de Infraestructuras, César Mosquera, y el subdirector general de Construcción del Ministerio de Fomento, Javier Gallego López. Tras el encuentro, el edil admitió que las obras "se complican ya que la solicitud para trabajar de noche tenía muchas deficiencias y se denegó", con lo que la Policía Local paraliza las obras cada vez que se registran llamadas vecinales.

Mosquera reconoció que "hay que buscar una solución" que pasaría por presentar la documentación en regla que justifique con claridad que esos trabajos solo se pueden ejecutar de noche. Se trata de la creación de un paso subterráneo, con rampas y ascensores bajo los andenes para su uso por parte de personas en silla de ruedas y con movilidad reducida. Esta labor no se puede ejecutar durante el día ya que el montaje de toda la maquinaria cortaría el tráfico ferroviario.

Varios vecinos de la Ciudad de la Piedra confirmaron ayer que los trabajos se realizan solo de noche y provocan "muchas molestias, ya que es un ruido constante". Mientras no se resuelve este problema (cuya solución podría incluir medidas como ofrecer un hotel a los afectados durante las obras), la reforma de la estación se ejecutará a medio gas, pero además afectará a otras previsiones en el entorno, como el asfaltado de las calle Otero Pedrayo y Entrevías, muy castigadas desde hace un año por el constante paso de camiones. Fomento pretendía ejecutar ese asfaltado integral a finales de este mes o en mayo, pero ese calendario está ahora en el aire porque no se podrá acometer hasta que concluyan los trabajos dentro de la terminal. En todo caso, el ministerio no descarta alguna reparación puntual de los tramos en peor estado antes de esa pavimentación total.

Al margen de este asunto, la comisión de seguimiento de ayer sirvió para analizar la evolución de los trabajos, y la reparación de deficiencias, en todo el trazado. A falta de resolver aspectos como unas fincas afectadas por un vertedero de escombro en Verducido, la mayor parte del trabajo ya está concluido, si bien quedarán aún reparaciones por acometer.