Se confirma una nueva víctima mortal de la violencia de género en Galicia, la segunda en lo que va de año en la comunidad y la décima en España. En torno a la una de la tarde de ayer, los agentes de la Guardia Civil hallaban el cuerpo sin vida de María Luisa Jiménez Jiménez, de 37 años y quien desapareció el pasado domingo en Vilaboa tras ser llevaba por la fuerza por su marido. El cadáver fue localizado en un eucaliptal del monte Gonzar, en el concello coruñés de O Pino (cerca del aeropuerto de Lavacolla), próximo a una pista forestal y no muy lejos de la carretera Nacional 634.

La comisión judicial llegó hasta el lugar de los hechos gracias a las indicaciones del marido de la víctima, José Luis Cortiñas Romero, de 43 años, quien ya ingresó a última hora del lunes en la prisión de Monterroso, en Lugo, acusado del homicidio y tras confesar el crimen ante la titular del juzgado que instruye el caso, Estela San José. En un primer momento señaló que el cuerpo sin vida de la mujer se encontraba en algún lugar de Teixeiro, pero finalmente sus indicaciones llevaron a los agentes al punto en el que apareció el cadáver. El cuerpo fue trasladado al Hospital Universitario Lucus Augusti para practicarle la autopsia, aunque en un primer reconocimiento ya se apreciaba que presentaba varias heridas de arma blanca.

María Luisa Jiménez Jiménez, de 37 años, era madre de seis hijos y se encontraba embarazada. Originaria del poblado de O Vao, en Poio, se trasladó a vivir a Lugo con su marido y con su familia después de contraer matrimonio con él. Fuentes del TSXG y de la Delegación del Gobierno confirmaron ayer que la Policía Nacional tuvo constancia de que esta mujer pudo ser ya víctima de un episodio de malos tratos el pasado año a través de una denuncia presentada por una tercera persona, pero una vez que la mujer fue contactada por los agentes insistió en no presentar denuncia contra su marido negando cualquier tipo de episodio violento.

Sin embargo, la mala relación con su marido la llevó a dejar el domicilio conyugal en la calle Orquídea de Lugo (que ayer fue objeto de nuevos registros) para mudarse hace tan solo dos meses a la casa de su familia materna en Vilaboa. Su marido se presentó este domingo en la vivienda para llevársela "por la fuerza" y pese a la oposición de la mujer. Horas después Cortiñas telefoneó a la familia de la víctima para decirles que se encontraba en una gasolinera de Santiago y que no sabía nada de María Luisa dado que se había escapado. La familia de la mujer presentó una denuncia ante la Guardia Civil y se inició una búsqueda que acabó ayer de la peor manera posible.

Contradicciones

Antes, el lunes por la tarde, la Policía Nacional ya procedió a la detención de José Luis Cortiñas ante las versiones contradictorias que daba de los hechos. Primero fue arrestado por un presunto delito de detención ilegal pero la juez lo envió a prisión bajo la imputación de homicidio tras confesar el crimen. Los investigadores creen que este lucense de 43 años recogió a su esposa en Vilaboa y que en el camino hacia Lugo acabó con la vida de su mujer asestándole varias cuchilladas dentro del coche para posteriormente abandonar su cuerpo en el monte.

Pesar en Poio y Vilaboa

Tanto el Concello de Vilaboa, en el que reside su familia y al que se había ido a vivir recientemente la víctima, como el de Poio, de donde era originaria, manifestaron ayer su pesar por este nuevo crimen producto de la violencia de género y convocaron para hoy sendos actos de repulsa. En Vilaboa se guardarán cinco minutos de silencio por parte de los miembros de la Corporación y los trabajadores del Concello a las 12.30 delante del edificio del Consistorio, al tiempo que manifiestan su solidaridad con los familiares, "en especial con los hijos", de la mujer fallecida. En Poio, la Corporación, vecinos y funcionarios municipales se concentrarán a las 12 en el exterior de la Casa Rosada.