A falta de la rúbrica del documento oficial entre el Ministerio de Defensa y las cuatro comunidades de montes que cederán terrenos para la Brilat, el acuerdo es ya una realidad al menos sobre el terreno. Militares y colectivo vecinal actúan ya conforme a los términos del acuerdo y el entendimiento actualmente entre las dos partes es total. De hecho, el nuevo general ya ha recibido también a los vecinos de Salcedo en la base de la Brilat y el mensaje que se lanzaron ambas partes es el mismo: se va a trabajar con intensidad para llevar adelante el convenio en los términos que se recoge y se va a evitar por todos los medios que puedan surgir conflictos por la utilización del monte.

Una prueba de que el acuerdo entre Defensa y comuneros es ya un hecho sobre el terreno (no en vano, el convenio entrará en vigor de forma retroactiva con fecha a 1 de enero en cuanto se firme) es que el plan de la comunidad de montes de Salcedo para poner en valor las 110 hectáreas de monte liberadas por la Brilat está ya en marcha y camina a velocidad de crucero. Según explicó el presidente de los comuneros, Fernando Pintos, actualmente tienen ya en marcha actuaciones para recuperar 17 hectáreas de monte que hasta hace tan solo unos meses eran de uso militar.

Se trata principalmente de actuaciones para eliminar especies invasoras (se limpió por completo el monte de la presencia de eucalipto en varios de estos puntos) y en su lugar se han repoblado con frondosas, especies autóctonas o árboles de ribera en aquellos terrenos húmedos, así como plantaciones de pino.

En breve continuarán ampliando estas actuaciones de recuperación del monte a otras áreas. En marzo, por ejemplo, se iniciarán labores de limpieza en cinco hectáreas de terreno que suben desde el río hasta la zona de los petroglifos de Outeiro do Cura y también solicitarán a la Xunta ayudas para nuevas reforestaciones en el entorno de la aldea afgana. Actuaciones que permitirán que en tan solo "un ou dous anos lle cambie a cara ao monte" hasta ahora utilizado por los militares.

Y es que en el proyecto de recuperación del monte diseñado por los comuneros de Salcedo, el aspecto de aprovechamiento forestal del terreno está también íntimamente ligado a puesta en valor de los valores ecológicos y del patrimonio etnográfico del monte de Salcedo. Además de proyectos como la limpieza del entorno de los petroglifos y la creación de una senda hacia Outeiro do Cura, los comuneros trabajan mano a mano con el Concello en la recuperación del castro de Monte das Croas, por ejemplo.

En el apartado natural, se han puesto en contacto con ellos técnicos de la Universidad de Santiago de Compostela con el objetivo de aprovechar el proceso de desmantelamiento de la conocida como aldea afgana para crear en este punto un centro de interpretación del monte. El proyecto, que todavía está en estudio y no es definitivo, podría incluir el aprovechamiento de varias de las casetas construidas para recrear un pueblo en Afganistán para convertirlas en aulas de la naturaleza. Eso sí, el resto del "monstruo" de cemento construido por los militares en los terrenos que luego el juzgado devolvió a los vecinos tendrá que desaparecer por completo, tal y como explica Pintos.

Convivencia

En cuanto a la convivencia de los militares durante estos primeros meses del año en los que el convenio ya se aplicará de forma retroactiva, Pintos quiso dejar claro la actitud colaboradora por parte de los militares a la hora de convivir en aquellas zonas de monte que tardarán más en ser liberadas debido a que albergan todavía espacios que son utilizados para el entrenamiento y las maniobras. El convenio recoge todavía una moratoria de un año y medio para utilizar el actual campo de maniobras (ubicado en terrenos que pasará a ser de disfrute de los vecinos) mientras se construyen otras instalaciones nuevas para este cometido ya en los terrenos cedidos por las cuatro comunidades de montes con este objetivo. En aquellos casos en los que observan que los militares se adentran en alguna zona que consideran ya vecinal, "se lo decimos y amablemente rectifican", dicen Pintos. Ellos también aseguran que la comunidad será "flexible" en cuanto al paso de las tropas hacia los lugares de entrenamiento que todavía tienen en terrenos vecinales.