Era un centro moderno, por fuera y por dentro, que pronto se convirtió en el referente sanitario de la ciudad, frente al Hospital Provincial -que en 1996 se integró en la red del Sergas y conformó con Montecelo el Complejo Hospitalario de Pontevedra (CHOP)- y a una red de sanatorios privados, más o menos especializados, de la que solo sobreviviría y ya reconvertido en un hospital general: el Domínguez.

La "Residencia", como todo el mundo le llamó durante años y aún los mayores lo llaman, empezó a funcionar con un plantel de 200 médicos especialistas, nómina que desde entonces casi se ha triplicado. A pesar de ello los facultativos constituyen una cuarta parte de los profesionales que cada día trabajan en el hospital.

Desde 1973 ha experimentado una importante transformación, con obras que multiplicado su superficie y modificado su fisonomía, así como una continua adaptación a las nuevas tecnologías y a la creciente demanda asistencial que ha conllevado la ampliación de la cartera de servicios.

Es una evolución no exenta de sobresaltos como el sufrido en mayo de 2004 cuando un voraz incendio calcinó la nave de Alba en la que se guardaban medio millón de historiales clínicos del CHOP lo que causó importantes trastornos y molestias a pacientes y profesionales y aceleró la implantación de la llamada historia clínica electrónica.

Cuarenta años después de su apertura, el Hospital Montecelo (uno de los dos que integran el CHOP) se encuentra en la encrucijada, con un futuro incierto ya que la Consellería de Sanidade promueve, cuando menos sobre el papel, la construcción de un nuevo centro hospitalario en Monte Carrasco sin aclarar el destino que se pretende dar a la "Residencia" aunque sí indican, que este centro es idóneo para "usos sociosanitarios".

El Sergas y el propio CHOP no quieren que el aniversario pase desapercibido y por eso desde mañana los interesados podrán ver, en el vestíbulo del salón de actos del hospital, una muestra de fotografías que evocan los 40 años de vida de Montecelo. Las imágenes han sido cedidas por trabajadores y extrabajadores, que por otra parte, están convocados a una comida de confraternidad el próximo 30 de noviembre.