Recoger y atender a animales abandonados en la calle, principalmente perros y gatos, se ha convertido en una de las principales tareas de Protección Civil de Marín, sin ser realmente uno de sus cometidos. Cada semana los voluntarios de esta agrupación acuden a retirar de la vía pública a numerosos animales domésticos, que deambulan por las carreteras generando un problema de seguridad vial, además de higiénico.

Los voluntarios de la agrupación local han tenido que habilitar incluso un "refugio de animales" en su base de operaciones de la finca de Briz, para acoger durante unos días a estos inquilinos, a la espera de localizar a sus propietarios o bien entregarlos al centro de acogida de animales de la Diputación Provincial en Armenteira (Meis).

Además de los casos que les llega directamente, a través de la llamada de ciudadanos, la agrupación también se hace cargo de los localizados por otros cuerpos de seguridad, como la Policía Local.

Los voluntarios de Protección Civil tienen que recurrir en muchas ocasiones a "amigos y familiares" para que acojan en sus propias casas a las mascotas abandonadas, antes de transferirlas al centro de acogida de la Diputación, si nadie quiere adoptarlas. Pero este no es el peor escenario que les plantea a los voluntarios en relación a los animales perdidos o arrojados a la calle. En ocasiones el estado de salud con el que los encuentran es tan lamentable que tienen que recurrir a algún veterinario amigo para que ponga fin a su sufrimiento.

Marín no cuenta con un refugio para estas especies desde que la Diputación abrió su centro provincial en Meis. La Asociación Protectora de Animales y Plantas de la villa rechazó desde el principio este centro de acogida provincial, entre otras cosas por estar gestionado por una empresa privada con ánimo de lucro. Este colectivo criticó que el Concello pague 8.000 euros al año para deshacerse de los perros abandonados. Mientras, los voluntarios de Protección Civil se están encargando de los animales de forma desinteresada y con muy pocos medios, los que ellos mismos se procuran con sus escasos recursos.