El abogado de Julio Araújo, pareja sentimental de Sonia Iglesias y único imputado hasta el momento en el procedimiento judicial abierto a raíz de la desaparición de la pontevedresa en 2010, presentará en breve una petición de sobreseimiento parcial de la causa que se sigue en el juzgado de instrucción número 3 de Pontevedra, especializado en violencia sobre la mujer.

¿Por qué un archivo parcial? El letrado de Araújo especificaba ayer que reclama de un sobreseimiento parcial porque su cliente solicita que se cierre el caso en lo que respecta a la imputación que pesa sobre él desde que fue citado a declarar en sede judicial en julio de 2012, quedando así al margen de cualquier sospecha sobre su participación en la desaparición de la pontevedresa. No obstante, desea que se mantenga abierta la investigación judicial para esclarecer qué fue lo que ocurrió con Sonia aquella mañana de 18 de agosto de 2010.

Esta petición de archivo es la respuesta del letrado de Julio Araújo al auto de levantamiento del secreto de sumario emitido por el juzgado que instruye el caso y en el que daba un plazo de quince días a las partes para que indicaran a la magistrada cuáles son los pasos que, consideran, se deben dar a continuación. Mientras que la Fiscalía (y muy probablemente la familia de Sonia, que ejerce la acusación particular) ya ha solicitado una batería de medidas tendentes a reconstruir los últimos pasos de Sonia por Pontevedra antes de desaparecer, el abogado de Araújo reclama este sobreseimiento de la causa. Ahora la magistrada debe pronunciarse sobre qué peticiones acepta y cuáles rechaza.

El abogado de Julio Araújo llegó a esta conclusión de solicitar el archivo de la causa después de estudiar el contenido del sumario durante estas últimas semanas y tras una reunión que mantuvo ayer mismo con su cliente.

En el caso de que esta petición de sobreseimiento parcial fuera atendida, el letrado considera que la investigación sobre la desaparición podría continuar adelante, pero debería regresar, de nuevo, al juzgado que la instruyó inicialmente puesto que entiende que no habría motivos para investigarlo como un posible asunto de violencia sobre la mujer.

Además de solicitar el archivo, el letrado está valorando si reclama que presten declaración algunos testigos que en su día fueron interrogados por la Policía y que situarían a Sonia el día de su desaparición en varias calles del centro de Pontevedra. Unos testimonios que la Policía llegó a la conclusión de que estaban errados. Sin embargo, el abogado considera que puede no ser así y reforzarían las declaraciones de Julio quien, de esta forma, ya no sería la última persona que vio con vida a Sonia antes de desaparecer.