Y al cuarto día descansó. El último día de peñas no tuvo nada que ver con los anteriores. Muchos menos jóvenes en el botellón a pleno día. Les llegó con el sábado y ayer parece que optaron por la playa y el descanso ante el fuerte calor reinante.

Los operarios de limpieza se pasaron desde primera hora de la mañana limpiando las calles y baldeándolas ante el fuerte olor tras una noche del sábado y madrugada del domingo resacosa. Ayer todavía quedaban las huellas de una larga noche con cristales rotos en calles y plazas y botellas sin recoger. Tras la playa se llenaron las terrazas y los efectos del alcohol dejaron paso a una fiesta más tranquila.

Por contra las playas de la comarca estuvieron repletas de bañistas y, como suele ser habitual hubo retenciones en la carretera de Sanxenxo a Pontevedra y en el acceso a l aautovía do Salnés.