Coruña Films S.L. será la empresa elegida para hacerse cargo de los cines de Vialia Pontevedra. La capital volverá a tener cines tras el cierre de las salas hace un par de meses. El administrador de Infraestructuras Ferroviaria, Adif, empresa pública que depende del ministerio de Fomento, así lo ha resuelto.

Las salas han sido adjudicadas tras la presentación de un proyecto del que se conoce que esta infraestructura contará con una sala VIP, dos salas con dos filas de butacas vibratorias cada una, 3D en dos salas y la remodelación de los patios de butacas para una mayor amplitud de espacio en las gradas entre filas.

Coruña Films tuvo que acudir a un concurso económico, en el que fue la única empresa que se presentó. Ahora que la empresa adjudicataria ya ha tomado una decisión, la puesta en marcha de los cines corresponde única y exclusivamente al adjudicatario.

En la ciudad del Lérez se había proyectado la última película, si no se tienen en cuenta las noches de cine callejero de A Pedreira, el pasado 2 de junio. Fue un domingo en el que la última película programada del día fue Resacón, que comenzó su emisión a las 22.35 horas. A partir de ese día, los pontevedreses tienen que desplazarse a otros lugares para poder disfrutar de la gran pantalla.

La empresa Ábaco, arrendataria de las salas de Vialia, desmontó todo el mobiliario y los aparatos que tenía para que en el momento de la entrega a Adif, el 14 de junio, estuviera todo completamente vacío. El cierre de las únicas salas de cine de la ciudad se produjo tras un proceso de desahucio ya que se debían 1,3 millones de euros a Adif en cuestión de alquiler. Aunque lo que ocurra con los cines de Pontevedra no es competencia del Ministerio de Fomento, Ana Pastor ha seguido de cerca el proceso para adjudicar los cines. Además, la ministra insistió hace unas semanas que desde Adif y su ministerio intentaron facilitar las cosas para que todo se hiciera de la forma más rápida posible.

Las otras pérdidas

Con el cierre de las ocho salas de cine no solo se perdió la accesibilidad al séptimo arte, también disminuyeron los ingresos de los negocios aledaños. Los locales de Vialia perdieron durante estos dos meses hasta un 50% de sus ingresos viéndose directamente afectados por el cierre de los cines. Los cinéfilos ya no acuden al restaurante a cenar antes o después de las proyecciones, tampoco juegan en la sala recreativa mientras esperaban la hora de la película elegida y, por supuesto, no se paran a tomar un café con amigos al salir de las salas.

Los trabajadores de estos negocios están totalmente convencidos de que esto ya no ocurre por la pérdida de los cines, ya que al encontrarse en unas galerías su exposición frente al público es mucho menor que si estuvieran en la calle y el tránsito por el pasillo desde el cierre es mucho menor, sobre todo por las noches. Asimismo, también hubo pérdidas en locales de Eduardo Pondal.