Son destinos nacionales e internacionales de referencia y han decidido unirse para poner en marcha campañas de dinamización turística y de promoción cruzadas de sus respectivos atractivos. Las Rías Baixas y el Algarve portugués irán de la mano, en los próximos dos años, como consecuencia del convenio de colaboración institucional firmado ayer entre los presidentes de la Diputación de Pontevedra y del ente público Turismo do Algarve, Rafael Louzán y Desiderio Jorge da Silva. Se trata de una iniciativa nacida en el país vecino y que llevó a este organismo a firmar un acuerdo similar con la Diputación de Sevilla y en los próximos días hará lo propio con la Junta de Extremadura.

El Algarve concentra el 40% del movimiento turístico total de Portugal por eso desde el Patronato Turismo Rías Baixas se confía en captar en el sur del país vecino no solo posibles viajeros lusos sino también en dar a conocer nuestra tierra entre los siete millones de turistas que recalan a lo largo del año en Portugal.

Los responsables turísticos de ambos destinos diseñarán estrategias de promoción intercambiables que pongan en valor el patrimonio natural, histórico y cultural de las dos regiones; proyectos de apoyo logístico mutuo e intercambios promocionales. También se coordinarán para la búsqueda de financiamiento encaminado a la realización de actividades coordinadas en, por ejemplo, los fondos europeos destinados a la cooperación transfronteriza.

A las puertas del verano y con una crisis galopante en Galicia y en Portugal la iniciativa pretende servir de revulsivo dinamizador en un contexto en el que el turista es "cada vez más exigente", tal como explicaba ayer en el Pazo Provincial, Desiderio Jorge da Silva, tomando como referencia a los visitantes del sur portugués entre los que son mayoría los ciudadanos británico.

Jorge da Silva, al igual que el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, es consciente de que el turismo de "sol y playa", aunque manteniéndose como un importante reclamo, ya no es suficiente si no va acompañado de una oferta paralela: cultural, paisajística, gastronómica, de ocio y tiempo libre. La diversidad, hoy más que nunca, es imprescindible para mantener un mercado turístico competitivo.

Las Rías Baixas se prepara para afrontar un verano que se prevé complicado por la caída del turismo nacional, debido a la crisis que no cesa lo que lleva al sector a extremar las ofertas (descuentos) y confiar en las reservas de última hora.