Eran las diez y media de la mañana de ayer cuando una patrulla del Batallón de Zapadores VII de la Brilat llegaba a la plaza del Obradoiro, en Santiago. Habían pasado solo veintiséis horas y media (con dos paradas de una hora obligadas por las bases del concurso en medio) desde que los seis militares del equipo partieran del embarcadero de Tui. Fueron los más rápidos del Concurso de patrullas Tui-Santiago que organiza la Brigada de Infantería Ligera "Galicia" VII en el marco de los actos de celebración del aniversario de la Brilat.

Hoy se sabrá, tras la baremación de las puntuaciones de las siete pruebas que tuvieron que superar en el recorrido -120 kilómetros del Camiño Portugués a Compostela- si además fueron los mejores.

Si la patrulla de Zapadores ya tiene en su haber el mérito de ser la más rápida, la del Mando de Canarias tiene el "honor" de haber sido la última en cruzar el control de llegada y encima del tope de tiempo autorizado: 36 horas (sin contar las dos de parada). En cualquier caso no quiere decir que sea la última de la clasificación.

De las veinte patrullas que iniciaron la competición, tres se quedaron en el camino: una del Regimiento de Infantería Ligera "Isabel La Católica" número 29 (masculina), una del Grupo Logístico VII (mixta) y una del Grupo de Artillería VII (femenina), además otros cuatro patrulleros. Unos abandonos que hablan de la dureza de un concurso, que ya está que pone a prueba la fortaleza física y psíquica de los militares participantes, la cohesión de los equipos y la capacidad de liderazgo de los mandos.

Los atletas tuvieron que combinar la rapidez de la marcha con siete pruebas de destreza y pericia propia de su condición militar: lanzamiento de granadas, recorrido topográfico, tiro de precisión con fusil, paso de pista de obstáculos, rapel en el puente de Monte Porreiro sobre el río Lérez, varios recorridos cronometrados y el paso del río Ulla a nado, entre Pontecesures y Padrón.

En las paradas obligadas por la organización de la duodécima edición del concurso de patrullas de la Brilat, una en la base General Morillo y otra en Padrón, los militares que lo demandaron recibieron cuidados de alumnos voluntarios de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de Pontevedra.

Hoy estarán todos en la plaza do Obradoiro en formación, momento en el que el jefe de la Brilat, general Alonso Miranda, entregará los trofeos a las patrullas ganadoras. Después asistirán a la misa del Peregrino.