Jacobo Moreira, el portavoz del PP, fue el que inició hace semanas este debate al exigir, primero en solitario, la reactivación del PXOM. Pero pronto recibió el apoyo del PSOE y esta alianza se fraguó en el pleno del lunes. Moreira circunscribe, en esencia, el conflicto a "un capricho de una persona", del concejal César Mosquera al que "no le queda otra salida que sacar adelante el Plan porque hay un mandato plenario que así se lo ordena". Deja claro que "una minoría no pueda ir en contra de la mayoría y el Plan no puede estar pendiente de un capricho".

A lo largo de estos meses la estrategia del PP para reactivar el documento ha incluido a cargos de la Xunta, asociaciones de empresarios, parlamentarios del PP y hoy mismo prosigue su campaña con "una reunión con representantes del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Pontevedra", según una convocatoria del propio partido.

Todo ello, con el objetivo de hacer frente a "una postura del BNG irresponsable e inexplicable y carente de argumentos". Aunque teme que se busquen "excusas, nosotros presionaremos para exigir el cumplimiento del acuerdo".