La dirección de Recursos Humanos de Ence abre mañana, en Madrid, una negociación de dos meses para pactar, con los comités de sus distintos centros de trabajo, las salida de los "excedentes" laborales, que la empresa cifra en 144 en todo el grupo y de ellos sitúa a 39 en Pontevedra.

Ence inicia esta ronda negociadora tras retirar un expediente de regulación de empleo (ERE) con el que pretendía poner en la calle, en este mismo mes de abril, a los 144 trabajadores que considera prescindibles. Esta propuesta fue rechazada de plano por la plantilla que respondió a lo que consideraba una agresión injustificada con una convocatoria de huelga que fue suspendida el mismo día en que iba iniciarse, el 21 de marzo.

El comité de empresa de la fábrica de Lourizán -al igual que sus homólogos de las plantas de Navia (Asturias) y Huelva y del departamento de Oficinas centrales- analizará con los responsables de Recursos Humanos y asesores de la dirección, uno a uno, los empleos que Ence pretende suprimir. Serán negociaciones paralelas e individualizadas con cada uno de los comités.

De entrada la representación pontevedresa, que encabeza Jesús Graña, considera que "aquí no sobra nadie" . Esgrimirá ante la empresa razones económicas, laborales y legales para cuestionar la reducción de plantilla y advertirá que la eliminación de puestos pondrá en riesgo la propia producción de la factoría de Lourizán.

La negociación con el comité de Lourizán, al igual que todas las demás, concluirá, con o sin acuerdo el 31 de mayo. Ence ya señaló que si no hay consenso se reserva la opción de volver a presentar un ERE extintivo y los comités entienden que tienen las manos libres para convocar una nueva huelga.