La decisión de Carlos Aymerich de abandonar su escaño del BNG en el Parlamento gallego no ha sentado nada bien en las filas del sector nacionalista del gobierno local, no ya por suponer una nueva muestra de la crisis interna de la formación, sino porque su marcha sitúa al concejal Luis Bará (número 4 en la candidatura a las elecciones autonómicas de octubre de 2012) como el sustituto natural de Aymerich en la Cámara gallega, una baja que no parece dispuesto a aceptar en su equipo, al menos de momento, el alcalde Miguel Fernández Lores, que trata de huir de una remodelación del grupo.

Aunque el hermetismo habitual del Bloque no llega al extremo de revelar públicamente este malestar, sí es cierto que Lores se resiste a que Bará abandone el Concello para regresar a Compostela y ayer lanzó varios mensajes al respecto, entre ellos, uno muy contundente: "Luis (Bará) está perfectamente integrado en el organigrama municipal y tiene muchos proyectos en marcha". De hecho, se trata de uno de los ediles más activos en los últimos meses en un gobierno local marcado por el "frenazo" en muchas iniciativas a causa de la crisis económica.

"Análisis profundo"

Lores, como todos sus demás compañeros de militancia, se mostró ayer cauto a la hora de analizar este asunto. De entrada, quiso aclarar que "primero tiene que hacerse oficial la marcha de Aymerich y cuando sea, se decidirá". Insiste en que "aún no está decidido" que sea Bará el sustituto y antes "hay que analizar qué es lo mejor para el organigrama municipal, para la ciudad y para él, en un análisis profundo".

Y es que una hipotética incorporación del edil pontevedrés al Parlamento obligaría, por las normas internas del BNG, a abandonar su trabajo en el Concello. El alcalde admitió ayer que "se dedicaría en exclusiva" a la Cámara gallega ya que "es incompatible con ser concejal de gobierno" en Pontevedra. Hace cinco meses no parecía haber dudas sobre el destino político de Bará, ya que la asamblea local del BNG proponía su candidatura al Parlamento como número 4 de la lista. Pero desde entonces a ahora "cambiaron mucho las cosas", aseguró ayer el alcalde. "Son distintas a las de hace cinco meses" y no deja de recordar el destacado papel del concejal en su actual equipo en esta época de "vacas flacas": "Hay que ver qué es lo más importante. Luis lo está haciendo muy bien, tienen una gran capacidad de diálogo e interlocución con los ciudadanos y tiene muchos proyectos en marcha", insiste el alcalde que, en todo caso, no pasa de ahí y evita incluso hacer pública su opinión personal, tanto sobre la marcha de Aymerich como sobre sus preferencias con respecto a Bará. Solo admite que el edil "está capacitado para hacer todo tipo de trabajo".