El Concello de Caldas ha iniciado ante la Xunta el proceso de evaluación ambiental del proyecto urbanístico para recalificar los terrenos de uso industrial de Outeiro, en Bemil, un ámbito de 56.000 metros cuadrados que, pese a albergar varias empresas desde hace años, está calificado como suelo rústico y no empresarial, de modo que esas compañías se encuentran "fuera de ordenación" y, por tanto, sin posibilidades de crecimiento ni mejora.

La documentación entregada a la Xunta denomina estos terrenos como "Polígono de Clavo", ya que en ella se asienta la empresa de congelados de ese nombre. Señala que se actuará sobre una superficie de 55.926 metros cuadrados que "se distribuye en distintas plataformas que se han adaptado para el asentamiento de las industrias que actualmente están en actividad". Añade que las industrias se instalaron en la zona hace varias décadas pero el terreno está catalogado como "suelo no urbanizable de protección agropecuaria" que no admite los usos industriales, de ahí que se proponga esta recalificación.

Se opta por un instrumento urbanístico propio debido a "la lejanía en el tiempo con la que se atisba la formulación de un Plan General de Ordenación Urbana", de ahí que se "imponga la necesidad, ante la acuciante demanda de suelo industrial que precisa el municipio, de formular el presente anteproyecto del planeamiento". Con él "se pretende congraciar el interés público que representa la mejora sustancial de la ordenación pormenorizada que se formule con la posibilidad de sectorizar un determinado ámbito del territorio a una ordenación imposible a través de un único instrumento de planeamiento, el Plan Parcial, figura por otro lado incompatible hoy con la clasificación del suelo atribuida al ámbito objeto del presente Anteproyecto del planeamiento como suelo rústico de protección agrícola".

Se propone la adaptación de un suelo "donde existen importantes empresas a nivel local, destacando la empresa Clavo Congelados S.A., que cuenta con permisos para todas sus instalaciones y que se encuentra en estos momentos constreñida en sus posibilidades de crecimiento. No obstante, no se trata de una única empresa, sino que existen otras más, configurando de facto un asentamiento o área industrial consolidada por el uso, pero condenada a quedar fuera de ordenación por tratarse de un suelo rústico, aunque las empresas instaladas cuentan con los permisos pertinentes, si bien obtenidos con anterioridad a la vigente Lei do Solo, el cual es indicativo de que se trata de una situación que viene de antiguo y que requiere un reconocimiento expreso en los instrumentos de ordenación del territorio".

Añade que "el tamaño de las empresas, especialmente la de Clavo Congelados S.A., hace muy difícil cualquier otra formulación que no pase por el reconocimiento de esta situación y consecuente clasificación del suelo acorde a su realidad".