La estrategia política del gobierno bipartito, al respaldar las escasas enmiendas presentadas por los conservadores, pretendía dejar sin argumentos la previsible oposición del PP a los presupuestos municipales. El grupo popular mantuvo finalmente su rechazo a las cuentas, a pesar de que BNG y PSOE aceptaban diez de sus once enmiendas (y la última estaba asumida implícitamente, según argumentó el concejal de Hacienda), basándose en que el presupuesto "arranca con un déficit de 3,5 millones de euros".

El portavoz del PP para este asunto, José Manuel Guillán, insistió en que las cuentas "parten de un error" , tomando como base la liquidación de los dos últimos ejercicios.

Demandas

Guillán Pardavila apuntó además que hay unos "13 o 14 millones de euros" pendientes de demandas como las expropiaciones de Pasarón, una parcela de las orillas de Os Gafos, las posibles indemnizaciones por la sentencia de Véteris, reclamaciones de Aquagest, Sogama, y otros. En caso de confirmarse alguna de estas demandas "el desequilibrio presupuestario será espectacular", advirtió Guillán.

Sus previsiones fueron calificadas como "cábalas" por los portavoces de BNG y PSOE, ya que "pueden cumplirse, o no", como indicó el edil de Hacienda, Raimundo González.

El PP criticó también la contratación de asistencias técnicas, –"parece que este Concello no tiene técnicos", apuntó Guillán–, el destino de 90.000 euros al plan de movilidad, que "es para encantadores de serpientes", dijo, y alertó del pago de operaciones urbanísticas que están sub iúdice.

"Pontevedra está languideciendo y empobreciéndose cada vez más", afirmó el conservador, quien recurrió a los 8.300 parados del municipio para criticar la situación económica del municipio.

También hizo referencia a estudios de diversas asociaciones y ONG que, entre otras cosas, sitúan a Pontevedra en el séptimo puesto de las capitales de provincia en el coste del servicio de la basura, o la descienden del puesto 49, en 2009, al 78, en 2010, en un índice de "transparencia institucional".

"Ustedes se agarran a un clavo ardiendo", contestó el portavoz del grupo socialista, Agustín Fernández, al prever el voto negativo a los presupuestos por parte del grupo conservador.

El edil de Hacienda, Raimundo González, tildó de "hipersectarios" a los concejales de las bancadas de la oposición, por rechazar las cuentas a pesar del respaldo del gobierno local a sus demandas. Pero para el grupo popular este apoyo no fue tal. Recriminó al grupo de gobierno que "les falta sensibilidad social, de la que tanto presume la izquierda progresista; ha sido el primer sitio del que recortan". José Manuel Guillán argumentó que las enmiendas presentadas por el PP se dirigían precisamente a mejorar la situación de colectivos y planes de carácter social, para que dispongan de más fondos para su labor.