Es más fácil amar a la humanidad en general que al vecino. La reflexión de Eric Hoffer bien la suscribirían 5.268 pontevedreses, los mismos que declaran que entre los principales problemas de su viviendas está el ruido producido por los restantes ocupantes del edificio.

Un 18,80% de los censados en el municipio manifiesta haber tenido problemas por ruidos fuertes o a deshora dentro de su propio edificio, pero un porcentaje muy semejante (17,77% de los vecinos consultados, correspondientes a un total de 4.980 hogares) afirma que los problemas son los sonidos procedentes del exterior: tráfico, negocios, locales de hostelería que afectan a su calidad de vida.

Son datos hechos públicos ayer por el Instituto Galego de Estadística (IGE), una encuesta sobre las condiciones de vida en los hogares gallegos que refleja que un 56% de los vecinos del municipio ve inconvenientes en su vivienda.

En lo que respecta al entorno de su hogar, la gran preocupación de los pontevedreses es el desplazamiento. Así, un 47,25% de los vecinos (representan a 13.244 hogares) asegura que el problema en el entorno de su vivienda son las deficiencias en los servicios de transporte.

El siguiente problema que identifican en su barrio (un 19, 63%) es la falta de espacios públicos de ocio y a cerca distancia (un 19,63%) la falta de limpieza. Las deficiencias en el acceso a las viviendas (iluminación, aceras o accesos para discapacitados) afectan a un 14,99% de los pontevedreses.

A larga distancia se sitúan otros problemas como la delincuencia o el vandalismo (a la que señalan el 10,71% de los pontevedreses como uno de los inconvenientes que presenta el entorno su vivienda) o la insuficiencia de servicios sanitarios de atención primaria, que identifica un 9,96% de los vecinos.

Ya en el interior de la vivienda, el problema que más preocupa a los pontevedreses son las deficiencias en el aislamiento térmico o acústico de la vivienda en la que residen: a un 22,11% de los vecinos le gustaría ver mejorado este aspecto para incrementar el confort de su hogar.

Se trata del problema más repetido, si exceptuamos la suma de los ruidos procedentes del propio edificio y del exterior.

Otros inconvenientes que reflejan los estudios del Instituto Galego de Estadística son las humedades: al menos una de cada cinco viviendas del municipio (el 20,05% del total) tiene este tipo de problemas de filtraciones de aguas.

La falta de espacio (un problema al que apuntan muchos de los consultados en las grandes ciudades) representa un inconveniente para el 15,15% de los pontevedreses, varios puntos por debajo de otros problemas como las deficiencias en el aislamiento de la casa.

También preocupa la falta de luz natural en el interior de la vivienda: un 12% de los pontevedreses lo identifica como el fallo de su vivienda en alguna habitación.

En estos inconvenientes parece pesar el hecho de que el parque de viviendas de la ciudad no sea excesivamente moderno: la gran mayoría (un 48,43% del total) de los hogares tiene una antigüedad de entre 20 y 49 años y un 16,48% más de medio siglo.

Otro 22,23% tiene de 10 a 19 años y sólo el 12,87% (aunque se trata del porcentaje más alto de los concellos gallegos) fue construido hace menos de una década.

Y frente a los problemas con los vecinos, el barrio que no gusta o el aislamiento, un 43,97% de los vecinos asegura no tener problema alguno con su vivienda: 12.322 hogares en los que todo funciona; por ahora.